Los demonios de Tasmania fueron reintroducidos en Australia en una operación “histórica” que apunta a reintroducir a la especie en el territorio -donde llevaban 3 mil años desaparecidos- y a salvarla de la extinción. En la isla de Tasmania, la población de este marsupial se redujo en un 85 por ciento por un cáncer contagioso.

La asociación Aussie Ark, que está a cargo del programa de protección, informó que 26 demonios de Tasmania fueron liberados en un santuario de 400 hectáreas en Barrington Tops, a tres horas y media al norte de Sidney.

Tim Faulkner, presidente de Aussie Ark, explicó que esta reintroducción de la especie -hecha entre julio y septiembre- es la primera etapa de un programa de conservación para crear una población preservada porque en la isla de Tasmania está muy afectado por un cáncer altamente contagioso.

El demonio de Tasmania es un mamífero que puede pesar hasta ocho kilos y caza otros animales autóctonos o se alimenta de restos de animales muertos.

En Tasmania, la población de demonios está siendo diezmada desde 1996 por un cáncer contagioso: el tumor facial transmisible del diablo de Tasmania (DFTD) termina en muerte casi en el 100 por ciento de los casos.

Este tipo de cáncer se transmite a través de las mordeduras entre los animales cuando se aparean o pelean. Mueren de hambre cuando el tumor afecta la boca y les impide comer.

El demonio de Tasmania ("Sarcophilus harrisii", según su nombre científico) es un marsupial nocturno de pelaje oscuro o negro, que desprende un fuerte olor cuando está nervioso. Se estima que antes de la aparición del DFTD habían 150 mil ejemplares. Hoy la población ronda los 25 mil.

En la Australia continental, en cambio, estos animales desaparecieron hace 3.000 años, al parecer eliminados por los dingos, una subespecie de lobos nativos. El programa de Aussie Ark busca crear una "población reservada" para proteger al demonio de la enfermedad que es, hasta ahora, incurable, así como restaurar el entorno natural autóctono.

"Los diablos son una de las únicas soluciones naturales para controlar poblaciones de zorros y gatos, responsables de la gran mayoría de las 40 extinciones de especies de mamíferos en Australia", precisó Faulkner. "Lo que está en juego es más que el diablo de Tasmania", agregó.

El presidente de Aussie Ark contó que introdujeron “especímenes jóvenes y con buena salud” en la reserva. “Lo que les da seis meses para establecer su territorio y prepararse para la temporada de reproducción (que tiene lugar en febrero)”, afirmó. El territorio de la reserva se eligió porque tiene características similares a las de la isla de Tasmania.

El diablo de Tasmania es una de las siete especies que Aussie Ark planea reintroducir en el continente en los próximos años, igual que el gato tigre, el peramélido y el petrogale.