“El Estado ya no puede seguir dando soluciones obsoletas a una problemática urgente, como es la violencia de género. No le podemos decir a una víctima que se vaya a su casa y que en dos meses cuando le salga su ayuda económica le avisamos”, dice la abogada militante feminista Claudia Perugino, quien desde hace unas semanas es la flamante coordinadora del Programa Acompañar, que tiene como objetivo responder a las necesidades urgentes de quienes sufren violencias machistas. Sin trámites burocráticos, ni entrevistas estigmatizantes: Acompañar “activará un acompañamiento integral con una mirada multisectorial, intersectorial, federal y con perspectiva de género” promete. Claudia viene trabajando en distintas áreas nacionales vinculadas a la violencia, como el programa Las Víctimas contra las Violencias, coordinado por Eva Giberti, y es abogada del programa institucional contra la violencia de género de la Universidad Nacional de Quilmes, donde es docente en el diplomado de abordaje a las violencias. 

Ahora, en su nuevo desafío y como persona que sabe medir el termómetro territorial explica a Las12: “Se cierra una larga lucha y empieza un largo camino en el reconocimiento de un derecho. Muchísimas víctimas tienen como obstáculo principal lo económico, el ‘No puedo irme ’ o ‘No puedo pagarme un alquiler’ es una situación que la ancla en una realidad de dependencia que sostiene su estructura de violencia que no puede seguir siendo posible”

¿De qué se trata el programa Acompañar?

--Acompañar es parte del Plan Nacional contra la violencia por motivos de género que el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad presentó el pasado mes de julio y tiene dos patas fundamentales: una es el apoyo económico de un salario mínimo vital y móvil y otra es el fortalecimiento de la red de acompañamiento y seguimiento para la víctima. Es importante entender dicho programa no como un hecho aislado, sino como parte de un programa integral que viene a romper viejos paradigmas e incorporar un Estado presente, con cercanía y solidaridad, que tiene como objetivo construir una sociedad más igualitaria. El acceso al mismo será por unidades de ingreso, seguimiento y acompañamiento. Se pensó para que sea un ingreso online implementado a nivel nacional; un programa integral con una mirada multisectorial, intersectorial, federal y con perspectiva de género. Entendemos que no es lo mismo una mujer que vive en la Ciudad de Buenos Aires a otra que es parte de una Comunidad Originaria, desde esa perspectiva se acompaña, piensa y coordinan los programas para erradicar las violencias.

¿Quiénes pueden acceder al programa?

--Aquellas personas que sufran un alto nivel de violencia de género dentro de una estructura de vulnerabilidad social y que tengan una dependencia económica con el victimario.

¿En qué provincias se va a empezar a ejecutar?

--El programa Acompañar va a empezar a ejecutarse, en principio, en cuatro provincias: Buenos Aires, Santa Fé, Chaco y Río Negro. La elección no es azarosa, sino que responde al alto porcentaje de violencia de género y femicidios que se concentran allí. Sin embargo, es un programa pensado y diagramado para que se ejecute en todo el país.

¿Podrías darnos el detalle de cuál es la logística para que este programa se ejecute en toda la Argentina?

--La implementación será una constante articulación con cada municipio y provincia. Van a existir Unidades Ejecutoras llevando a cabo un programa informático, elaborado por el Ministerio, que permitirá integrar datos de todo el país y posibilita definir si el riesgo de violencia que sufre la víctima es bajo, medio, alto o altísimo. Este sistema fue pensado para evitar la enorme cantidad de burocracia que tiene que pasar la víctima en el momento que pide ayuda al Estado. También se prevé un trabajo local muy fuerte con las áreas de cada provincia y municipio. Además, es importante señalar, que el Plan Nacional contra la violencia por motivos de género, tiene otros programas que llegan a fortalecer el trabajo y que ya se están llevando a cabo en dichas áreas de todo el país y además, reconocemos que el movimiento de feminidades son un monitoreo y un termómetro constante de cómo se van haciendo las gestiones a nivel provincial y municipal.

Imaginemos la situación de una víctima que necesita acceder al programa Acompañar ¿Cómo es ese circuito?

--La persona llama a la línea nacional 144 o directamente se acerca al área de género local para pedir ayuda. Quien la reciba, le hace una entrevista sencilla, carga sus datos en el sistema, identificando, también, en qué estado de riesgo de violencia se encuentra. Al mismo tiempo, en ese mismo sistema, el programa Acompañar cruza sus datos con el ANSES para corroborar si su estructura económica es compatible con dicho programa. Por ejemplo, es incompatible si la víctima recibe un salario en blanco. Si la persona tiene un trabajo en negro o recibe otra asistencia social del Estado, puede obtener el salario mínimo vital y móvil de 16.875 pesos que entrega el programa por 6 meses.

¿Cómo es el acompañamiento integral que se va a llevar a cabo?

--Cada municipio y provincia tiene que pensar una estrategia de acompañamiento integral para cada caso, algunas de las herramientas que brinda el Estado, por ejemplo, puede ser un acompañamiento judicial o socio económico o tal vez, en materia de salud mental y física.

¿Es necesario que la persona que llame a la línea 144 o que se acerque a la oficina de género local haya llevado a cabo una denuncia judicial por haber sufrido violencia?

--No. No es necesario. Su pedido de asistencia ya tiene carácter de declaración jurada y ése es un cambio de paradigma que plantea el nuevo programa contra las violencias machistas.

¿Cuáles son los objetivos del programa?

- Un objetivo muy importante es que la víctima logre su autonomía y que el Estado la ayude a concretarlo. El programa Acompañar brindará esas herramientas para que la víctima pueda lograr una independencia integral, es decir que no es solo un salario, el dinero es sólo un canal posible. Sabemos que las personas que sufren violencia de género son agredidas desde su integridad. Otro objetivo del programa es que cesen los femicidios y transfemicidios en la Argentina. Este sistema se empezó a construir a principios de año, sin embargo, todo se aceleró, porque sabemos cómo se complejizó la situación de violencia de género en época de cuarentena.