La actividad industrial bajó durante agosto 5,2 por ciento en relación a igual mes del año pasado y 4,7 por ciento en comparación a julio, informó este lunes el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEUIA). Las cifras difieren con las que hace dos semanas informó el Indec que registró una merma del 7,1 por ciento interanual, pero del 0,9 por ciento en el mes. La brecha se hace más reducida en la medición a largo plazo ya que para la CEUIA la caída acumulada en el año es del 11 por ciento y para el Indec del 12,5 por ciento.

La UIA también estimó que entre julio y agosto el empleo en el sector aumentó 2.582 puestos, lo que recortó a 27.600 la cantidad de trabajadores desempleados en el sector. Desde la central fabril apuntaron a que “si bien las tasas de caída se fueron estabilizando luego de un segundo trimestre con muchas actividades sin poder operar, también se observaron otro tipo de dificultades para producir”.

La principal causa de este fenómeno respondió a que el establecimiento industrial no pudo contar con el personal necesario por el aislamiento obligatorio (52 por ciento) y por la baja demanda, ya que un 25 por ciento que declaró estar habilitado para operar, pero no tuvo pedidos durante el mes. A su vez, “continuaron diversas dificultades financieras, con la extensión de los plazos de pago de los clientes entre el más preocupante”, destacó la UIA.

La entidad apuntó a que “debido al conjunto de problemas persistentes en la economía, como la caída de la demanda externa, la mayor devaluación de socios comerciales, una elevada brecha cambiaria, los recientes anuncios del Gobierno sobre rebaja de derechos a las exportaciones y la suba de reintegros a productos industriales, pueden brindar cierto alivio”. No obstante, “se estima que los mayores cambios solo alcanzan a aproximadamente el 20 por ciento de las exportaciones MOI y al 5 por ciento de las exportaciones MOA, por el impacto de las vitivinícola”, agregó la UIA.