El de Stephen Chow es un nombre de estatura mitológica en la cinematografía de Hong Kong. Desde sus primeros pasos como actor hacia finales de la década del 80 hasta el ascenso como productor y director algunos años más tarde, la mezcla de acción, artes marciales y humor de la mayoría de sus películas lograron transformarlo en una figura extremadamente popular en todo el territorio asiático, rozando alcance internacional con la dupla Fútbol Kung Fu (Shaolin Soccer, 2001) y Kung-Fusión (2004). Ambas se estrenaron comercialmente en la Argentina,  con Chow en el triple rol de director, productor y protagonista. La introducción viene a cuento de La sirena -disponible desde mañana en la plataforma de streaming de Amazon-, título que, a pesar de no merecer los elogios de sus mejores creaciones, no deja de ser una posible puerta de entrada a su obra: once largometrajes como realizador y más de cincuenta títulos como actor.

Sin Chow en la pantalla, aunque protagonizada por algunos de los rostros jóvenes más populares del cine chino contemporáneo, La sirena es una fábula fantástica y ecologista con dosis idénticas de absurdo y melodrama. La trama, pergeñada por ocho guionistas, señala a héroes y villanos desde la primera escena: los sobrevivientes de una antigua raza de sirenas (mujeres y hombres) y un grupo de empresarios dispuestos a acabar con la vida marina con tal de llevar adelante un emprendimiento comercial en la zona. La excentricidad y el disparate –marcas de estilo sine qua non de Chow– están presentes ya desde los primeros gags, cuando la bella sirena Shan (debut de la jovencísima Yun Lin) se presenta sin invitación a una fiesta en la casa del magnate Liu (el actor y cantante Chao Deng). Esa visita es la punta de lanza de un plan diseñado por los seres marinos –mitad humanos, mitad pez; en algún caso, mezcla con pulpo– para acabar con la vida del millonario antes de que el desarrollo inmobiliario termine exterminándolos a ellos.

Con efectos digitales caricaturescos y subestándar (¿conscientemente fallidos?; es una posibilidad), una inevitable trama romántica que liga al humano con la bellísima “bestia” y una bajada de línea ecológica más que obvia, La sirena ofrece dos escenas extensas que señalan al mejor Chow. La primera encuentra a Shan en un intento infructuoso por asesinar a Liu, ocasión en la cual el realizador pone en escena su ya clásico estilo de slapstick extremo y doloroso, violento aunque sin llegar a lo explícito (al fin y al cabo, se trata de un film familiar), en el cual el blanco de los golpes no es el que se espera. La segunda transcurre en una comisaría, mientras dos oficiales de policía intentan sin éxito dejar de reírse en la cara del acaudalado prohombre, ridiculizado luego de su descripción de los más extraños seres surgidos del océano. Momento que recuerda una de las máximas del célebre productor de comedias Mack Sennett; la repetición con variaciones de un único gag como base de la potencia humorística.

LA SIRENA 5 puntos

Mei ren yu; China, 2016

Dirección: Stephen Chow.

Guion: Hing-Ka Chan, Stephen Chow, Chi-Keung Fung, Miu-Kei Ho y otros.

Duración: 94 minutos.

Intérpretes: Chao Deng, Show Lo, Yuqi Zhang, Jelly Lin, Tsui Hark.

Estreno viernes 30 en Prime Video.