Mucho se habla de los sectores que más sufrieron las consecuencias de la pandemia, entre ellos el comercio, el turismo y la gastronomía, sin embargo, aquellos más relegados de la sociedad son en general invisibilizados en sus reclamos y, como dice Benita Fernández, presidenta de la Cooperativa de Recuperadores de Residuos de Salta, “olvidados” si es que no se hacen oír “cortando rutas” o impidiendo en este caso, el paso de los camiones de basura al vertedero San Javier.

La Cooperativa que representa Fernández, junto a otras dos, contienen a 166 familias de la zona sur de la ciudad, que solo tienen ese trabajo para vivir, recolectar entre la basura y los desechos de “la gente bien”, todo lo que se pueda recuperar. Por lo tanto, también realizan una tarea esencial para el medio ambiente del que tanto hablan muchos funcionarios.

Sin embargo, desde que comenzó la pandemia no pueden ingresar al predio a buscar entre los residuos y se tienen que conformar con lo poco que les deja el programa de recolección diferenciada de Agrotécnica Fueguina “Separemos juntos”.

Benita Fernández explicó que en ese sector, al que les permiten entrar solo dos veces a la semana por cooperativa, se recolecta muy poco, “hacemos entre 5 a 8 mil pesos por día”, que les representa unos 150 pesos por familia, “que por lo general somos numerosas, como la mía, que tengo que alimentar a 12, la mayoría menores”.

Por eso, esta última semana, viendo que todos los demás sectores de la economía se reactivan, decidieron comenzar a presionar y prometieron que si hoy no tienen respuestas de la Municipalidad, mañana viernes cortarán el ingreso de camiones al predio. “Nunca hablan de nosotros, acá si el pobre no se hace oír, se lo olvidan”, reclamó Benita.

“No damos más”, añadió. Subrayó que desde marzo solo recibieron un bolsón por parte del municipio, y no todas las familias fueron beneficiadas con el IFE.

También se mostró preocupada debido a que “otra gente se está metiendo a hacer nuestro trabajo, rompen el alambrado y se meten sin autorización, pero después no los van a poder sacar”.

Por último, señaló que el secretario de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Aroldo Tonini, “nos viene prometiendo que va a pedir al COE que nos habiliten, pero vemos cómo todo el mundo volvió a su trabajo y nosotros no”. Y reiteró que no las escuchan al sostener que “nunca hicieron nada para proponernos alguna solución, yo tenía muchas ideas para sumar y volver a trabajar con cuidado”.

Propuestas para cambiar el sistema

En marzo pasado, en una nota titulada La gestión de residuos durante la pandemia del coronavirus realizada por Salta/12, se presentaron dos posturas con alternativas para encarar la problemática ambiental y laboral de las y los trabajadores del sector.

La Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR) impulsa en la ciudad de Salta un proyecto que apunta al reconocimiento de los derechos de estos actores sociales como trabajadores que viven de la recolección de materiales reciclables. La propuesta ya fue presentada a la intendenta Bettina Romero.

El referente del MTE, Rodrigo García, que forma parte la Federación, nucleados a su vez en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), sostuvo ante Salta/12 que las condiciones en las que realizan su labor cartoneros y cartoneras "son horribles". Trabajan en la informalidad, con lo que venden consiguen un ingreso diario pero por la cuarentena no los dejan entrar y se han quedado sin el sustento económico.

Para el referente del MTE, el municipio debe incluir y reconocer a cartoneros y recuperadores de la basura. "Todos los cartoneros que pasan por la avenida San Martín, llevan miles de kilos de basura todas las noches, es plata que se ahorra el municipio porque, si no, la Agrotécnica los factura. Si no estuvieran los cartoneros, Salta tendría dos cerros nuevos de basura", afirmó.

El proyecto contempla el registro de recuperadores y recuperadoras, y de promotoras ambientales, que tengan un salario mensual, monotributo social, seguro de accidentes personales, uniforme, elementos de protección personal y materiales de trabajo. Propone la recolección puerta a puerta, más efectiva en "términos de calidad y cantidad de residuos que se recuperan e ingresan en los circuitos de reciclado, evitando que se mezclen con otros residuos y se contaminen".

La iniciativa plantea la "priorización de la inclusión de los trabajadores frente a la instalación de maquinarias de gran envergadura y desarrollo tecnológico que reemplacen la mano de obra". Basados en casos a nivel nacional, el MTE sostiene que la clasificación manual sistematizada garantiza muy buenos resultados, que se potencian con la utilización puntual de maquinaria y tecnología.

Entre otras consideraciones, García sostuvo que con el actual sistema, los cartoneros corren riesgo de cortarse o contagiarse de enfermedades, además los vecinos se ven afectados por la contaminación y después terminan usando el hospital público y recursos del Estado que no se quieren invertir en generar inclusión.

Por otro lado, el director del Grupo de Estudios e Investigaciones Socio-Ambientales (GEISA) y docente de la Universidad Nacional de Salta, Lucas Seghezzo, planteó que lo ideal, sobre todo ante la pandemia, sería que "la recolección no fuera con bolsas sino con contenedores domiciliarios que se recogen con un camión automático, no habría nunca contacto entre recolectores y bolsas como es en otros países que no tenés gente corriendo alzando las bolsas con las manos. Eso estaba en el contrato original de 1998 con la empresa Agrotécnica Fueguina desde hace años y nunca se hizo".

El investigador indicó que los recuperadores de basura afrontan la informalidad laboral y están expuestos a un montón de riesgos, "es la gente más vulnerable". "Lo primero que hay que hacer es separar la materia orgánica, el papel, el cartón de la parte húmeda que son los restos de comida, aceite y es la que genera la peor contaminación en el vertedero, que se pudre y se filtra en las aguas subterráneas. Lo saben todos y no toman medidas", planteó.