La ciudadela inca de Machu Picchu comenzó esta semana a recibir turistas, tras haber estado desde marzo desierta, tal como permaneció durante unos cuatro siglos hasta que fue "descubierta" por el explorador estadounidense Hiram Bingham, en 1911. Los primeros turistas en casi ocho meses que ingresaron a la ciudadela de piedra fueron dos parejas, una francesa y otra chilena, al día siguiente de que fuera reabierta con una ceremonia ritual inca.

"Estamos muy contentos de estar hoy en Machu Picchu", declaró a la agencia AFP Véronique, una francesa a quien la pandemia sorprendió en marzo en Perú con su marido y sus dos hijos pequeños. Esta familia quedó varada por el coronavirus en el país andino, que tiene la mayor tasa de mortalidad proporcionalmente a su población, y que por meses vivió un severo confinamiento. 

Pero este tiempo han sido "vacaciones" para los niños, contó Véronique. Volverán a Francia el próximo año. Antes "vamos a continuar el viaje posiblemente por América Central", dijo Arnaud, quien, como su mujer, no quiso revelar su apellido.

Como antes de la pandemia, los buses con turistas volvieron a llegar este lunes cada 15 minutos desde Machu Picchu Pueblo, la aldea más próxima a la mítica ciudadela inca.

"Fue una sorpresa ver que efectivamente éramos los primeros turistas internacionales en entrar a esta complejo", dijo el chileno Juan José García, de 34 años. "Me siento afortunada de poder estar aquí sin gente", declaró su esposa, Victoria Morán, en alusión a que antes entraban 3.000 visitantes en un día. La pareja chilena vive en Lima desde marzo. Como los franceses, estos chilenos pensaban visitar Machu Picchu en marzo, pero debieron esperar hasta noviembre.

Acceso gratuito

Los hoteles de Machu Picchu Pueblo, una aldea que antes se llamaba Aguas Calientes, comenzaron a reabrir el domingo, pero muchos siguen cerrados. 

Ya reabrió el único hotel que existe en la cima de la montaña, a 50 metros de la entrada de la ciudadela. Es el Santuary Lodge, donde una habitación vale 1400 dólares, y recibió a sus primeros huéspedes este martes después de casi ocho meses. Antes había que reservar con uno o dos años de antelación, contó su gerente, Michael Leitao.

El ingreso a la ciudadela es ahora sumamente controlado, aunque temporalmente gratuito. En la entrada todos deben pasar por un control de temperatura, tanto guardaparques como visitantes, que en este primer día eran en su mayoría peruanos.

Alturas de Macchu Picchu

El lunes pasado, los primeros visitantes iniciaron su caminata en medio de la niebla por los senderos de la ciudadela, construida en la cima de una montaña por el emperador inca Pachacútec, en el siglo XV. La niebla comenzó a disiparse un par de horas después y por fin pudieron ver desde lo alto las magníficas edificaciones y recorrer sus famosos monumentos, como la Roca Sagrada y el reloj solar o 'Intihuatana'.

La niebla que cubre regularmente estas montañas y la exuberante vegetación ayudaron a que la ciudadela estuviera oculta por cuatro siglos, hasta que fue "descubierta" por Bingham, el 24 de julio de 1911.

Así como Bingham (1875-1956) fue el descubridor arqueológico de la ciudadela de piedra, los historiadores afirman que fue el chileno Pablo Neruda (1904-1973) su "descubridor poético". La reapertura de la ciudadela coincidió con el 75 aniversario del poema "Alturas de Macchu Picchu" de Neruda, que ayudó a darle difusión planetaria a esta maravilla del mundo moderno en una época en que no existía la televisión, internet ni redes sociales.