A tono con el año de la virtualidad, el presidente Alberto Fernández participará hoy y mañana desde Chapadmalal de la Cumbre de Líderes del G20 que tiene como sede de realización Arabia Saudita, a unos cuantos miles de kilómetros. Con la idea de resaltar los principios de solidaridad y cooperación internacional, Fernández volverá a la carga con la propuesta de crear un fondo común para combatir la pandemia, con una pata en la cuestión sanitaria y otra en lo social y económico. Pero será difícil conseguir acuerdos en un año que no se caracterizó por las respuestas globales a la crisis planteada por la aparición del coronavirus. Todavía había alguna disidencia en cuanto a la firma del documento final, en tanto que el único jefe de Estado que no había confirmado su participación en la cumbre era el de Estados Unidos, Donald Trump, un tenaz opositor al multilateralismo que encima está en medio de su salida con escándalo y denuncias de la Casa Blanca.

"Hacer realidad las oportunidades del siglo XXI para todos", es el lema, siempre poético, de la convocatoria. El Presidente tendrá tres breves intervenciones en los dos días: en la apertura de hoy y en el cierre de mañana, en ambos casos alrededor de las 11. Además, hablará en uno de los eventos paralelos, pero ese mensaje ya está grabado. En marzo pasado, a poco de iniciar la cuarentena en el país, Fernández participó de una cumbre extraordinaria del G20 para debatir específicamente sobre la pandemia y ya entonces mencionó la necesidad de ir hacia un pacto de solidaridad global y crear un fondo mundial de emergencia humanitaria. En los mensajes de hoy y mañana volverá sobre las mismas ideas, las que menciona como "un nuevo capitalismo".

"Ese Pacto de Solidaridad Global se estructura a partir de tres ejes, fundados en la salud, la protección social para todos, y la recuperación económica, como puntos centrales para la promoción de la cooperación y la unidad, con el fin de fortalecer y garantizar oportunidades del siglo XXI para todos", informaron desde la Casa Rosada sobre la exposición presidencial. En cuanto a lo sanitario, pedirá que los test, tratamientos y vacunas sean calificados como "bien público global", de manera que resulten accesibles para todos los habitantes del planeta. 

El embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, es el "sherpa" del Presidente en la Cumbre, es decir, quien lo representa en las negociaciones previas. "Que se generen los necesarios consensos para que la recuperación económica global sea inclusiva y sustentable", explicó en un video que subió a las redes acerca de cuál será el objetivo del mensaje de Fernández. Argüello estuvo esta semana en Buenos Aires acompañando la visita de la misión del FMI y permanecerá hasta que culmine el G20 para luego regresar inmediatamente a Washington, que es donde hoy está puesta la mira de la política exterior. En lo inmediato, en las negociaciones con el Fondo, tal como lo expresó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el encuentro de funcionarios previo a la Cumbre de Líderes. Un poco más allá, la expectiva es por la asunción de Joe Biden y el vínculo que el país puede generar con la nueva gestión demócrata. 

Hasta anoche, la participación de Trump en la Cumbre continuaba siendo una incógnita. En cambio, el secretario de Estado, Mike Pompeo, estará presente en Arabia Saudita luego de su controvertido paso por Israel. Que la cumbre sea virtual es una gran desilusión para la monarquía saudí, histórica aliada de Estados Unidos, que esperaba la oportunidad para mejorar su imagen ante el mundo, jaqueada por múltiples denuncias de violaciones a los derechos humanos. 

Al cierre, permanecían disidencias en el documento final en el tramo dedicado al cambio climático. En estas circunstancias, un tema de segundo orden dada la urgencia por atender las consecuencias de la pandemia. Se calcula que los gobiernos llevan gastados 11 billones de dólares en atender el impacto de la crisis sanitaria y que el PBI mundial caerá casi el 5 por ciento en este 2020. Obviamente, la expectativa por el éxito de las vacunas en marcha y la posibilidad de una salida cierta de la actual situación será lo que prevalezca en las participaciones. El secretario general de la ONU, el portugés Antonio Guterres, apeló a la solidaridad de los países más ricos. "Debemos recuperarnos de una forma que sea inclusiva", exigió en su mensaje previo a la Cumbre.