“Para la mayoría de los/as creyentes el aborto debería estar permitido en algunas circunstancias y casi 2 de cada 10 considera que una mujer debería tener derecho a un aborto siempre que así lo decidiera”. Además, el 80 por ciento de las personas que se consideran católicas está de acuerdo con la interrupción del embarazo: en algunas circunstancias (57,7 %) o en todas (22,3). Estos datos se desprenden de la Segunda Encuesta Nacional de Creencias y Actitudes Religiosas de la Argentina, del Conicet, que confirma que la “perspectiva de las instituciones religiosas, que se enuncia en debates y circula en medios de comunicación, no siempre coincide con la opinión de los y las habitantes de Argentina”.

La encuesta encontró además que el crecimiento de quienes consideran que el aborto es un derecho de las mujeres se duplicó entre 2008 y 2019, pasando de 14,1 a 27,3 por ciento. “Es posible identificar un proceso de distanciamiento de las instituciones religiosas por parte de los y las creyentes”, dice el informe de investigación “Sociedad, Religión y ley de IVE. Los habitantes de la Argentina opinan”, divulgado ahora y realizado a partir de la Segunda Encuesta Nacional de creencias y prácticas religiosas en Argentina (2019).

Ante la opinión sobre la interrupción del embarazo, el 79,1% de la población en general consideró que el aborto debería estar permitido al menos en algunas circunstancias. Algo más de la mitad de quienes residen en Argentina opinó que el aborto debe estar permitido en las circunstancias puntuales que indica el marco normativo vigente (51,8). Casi 3 de cada 10 personas sostuvo que es un derecho y una decisión de las mujeres, y algo menos de 2 de cada 10 consideró que el aborto debe estar prohibido siempre.

Verónica Giménez Béliveau, investigadora principal de Conicet y coordinadora del Programa Sociedad, Cultura y Religión del Ceil, lo explicó en diálogo con Página12: “Un tercio de la población está a favor de que el aborto es un derecho de la mujer. Creció mucho con respecto a 2008. En el medio lo que pasó fue la discusión en el Parlamento en 2018. La puesta en escena pública de esta temática logró que se difundiera, que hubiera un mayor conocimiento y tomas de posición más claras. Entre aquellas personas que estaban indefinidas, que creían que debía haber despenalización, pero en algunas circunstancias como riesgo de salud y vida de la mujer, violación o malformación del feto, algunas terminaron en 2019 considerando que es un derecho de la mujer. Si antes tenían una opinión más moderada y genérica, con la presencia en el espacio público de los feminismos, esa posición se definió hacia los derechos de las mujeres”.

Por su parte, Fortunato Mallimaci, investigador del Conicet y profesor de la UBA, también parte del equipo que realizó la encuesta, dijo a este diario que “cada vez más las personas, también en los grupos religiosos, deciden a partir de su propia creencia, conciencia, trayectoria. No le piden permiso a la autoridad o a la norma. El aborto, como el matrimonio igualitario, es un tema de derechos, no obliga a nadie. Lo cual pone una responsabilidad muy grande en los propios dirigentes de los grupos religiosos”, agregó.

Religión

Al analizar la adscripción religiosa, observaron que los y las católicas están mayoritariamente a favor de la despenalización en algunas circunstancias. El 80 por ciento de las personas que se consideran católicas está de acuerdo con la interrupción del embarazo: en algunas circunstancias (57,7 por ciento) o en todas (22,3). Sólo el 17,2% de las y los católicos opina que el aborto debe estar prohibido siempre. Esta proporción asciende al 41,9% entre los evangélicos. “Es muy pequeño el grupo que se opone. Podés decir que ese 18 por ciento que se opone es el que sale a la calle. Ahora, no es en nombre de la religión, es en nombre de un grupo”, apuntó Mallimaci.

Otro dato que se desprende al comparar las opiniones de 2008 y 2019 es que el segmento social que rechaza el aborto en todos los casos se mantiene casi constante (16,9% en 2008 y 18,7% en 2019). “Hay un núcleo duro de defensa de la vida desde la concepción que no es privativo de las confesiones religiosas”, agregó Giménez Béliveau.

Edad

La edad es determinante en las opiniones en relación a la interrupción del embarazo. Los/as más jóvenes (18 a 29 años) tienen opiniones más favorables respecto al aborto como derecho de las mujeres (31,8%), mientras que entre las personas mayores de 65 años aumenta la tendencia a opinar que el aborto debe estar prohibido en todos los casos (26,9%).

Nivel educativo

Por otro lado, el nivel educativo alcanzado también marca una tendencia muy clara: entre quienes tienen nivel universitario, predomina la opinión de que el aborto es un derecho de las mujeres (49,1). Mientras que en las personas con menor nivel educativo, la opinión predominante es que el aborto debería estar permitido en algunas circunstancias.

La Segunda Encuesta Nacional de creencias y prácticas religiosas en Argentina en la que se basó el informe es una encuesta probabilística hecha a 2421 personas de más de ochenta ciudades de todo el país, entre agosto y septiembre de 2019. “Cada diez años hacemos una gran encuesta sobre creencias y actitudes religiosas. Esto permite tener un arco bastante fidedigno de los cambios de la población”, explicó Giménez Béliveau, quien vinculó los datos obtenidos con otras opiniones que dan cuenta de una tendencia hacia una laicidad de la sociedad: “Cuando se pregunta si el Estado debe financiar las confesiones religiosas, 6 de cada 10 piensa que no. Eso aumentó mucho desde el 2008 (4 de cada 10). Cuando se pregunta si el Estado debe garantizar la enseñanza de religiones en escuelas públicas tenemos una escena parecida: pasó del 26 por ciento a 46 por ciento en 2019. Podemos ver que hay un piso de laicidad, de la idea de que el Estado debe retirarse de su relación con las instituciones religiosas y particularmente con la católica, que está aumentando”.

En ese sentido, ambos investigadores hicieron hincapié en la necesidad de dejar en evidencia la diferencia entre las instituciones religiosas y lo que sus creyentes y sus adherentes expresan. “Se habla en nombre de la religión cuando ese religioso se ha transformado tanto. La enorme mayoría está a favor del aborto. Hay muy pocos sacerdotes de sectores populares que salgan a hablar, porque la gran mayoría, religiosas también, acompañan. Pueden estar en contra del aborto, pero no en contra de las mujeres que abortan”, dijo Mallimaci.