La materia electiva “El aborto como problema de salud” que se da en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)  desde hace cuatro años, fue la primera asignatura sobre esta temática en una universidad pública nacional. El proyecto surgió porque sus docentes son médicas generales que realizaron atención primaria de la salud, recorrieron las guardias hospitalarias y allí observaron que los casos de mujeres gestantes en situación de aborto eran cotidianos.

El nombre de la cátedra se debe a que sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad en mujeres gestantes, generalmente las de menos recursos que se exponen a abortos clandestinos, según expresa la doctora María Paula Botta.  “También entendemos que es un problema de derechos de una persona a decidir sobre su cuerpo”, acota.

El interés de los estudiantes de Medicina en cursarla se vio reflejado en estos años al momento de la inscripción que alcanzó siempre el tope e incluso muchos quisieron asistir como oyentes. Los contenidos, que este año se dictaron de forma virtual debido a la pandemia, están divididos en cuatro unidades. La primera es sobre el marco legal, la segunda es sobre la atención integral del aborto, la tercera es sobre técnicas y procedimientos de aborto seguro y la cuarta es sobre atención posaborto y anticoncepción.

Al final de todas las cohortes se realiza una encuesta entre los estudiantes para evaluar el proceso de formación y, en general, las respuestas giran en torno al escaso conocimiento que tenían sobre la temática previamente al cursado de la materia y a la necesidad de aprender las técnicas y procedimientos para un aborto seguro.

Dado que está dirigida a estudiantes de cuarto y quinto año que ya tienen un recorrido teórico sobre farmacología, se pueden abordar cuestiones técnicas puntuales. “Actualmente algunas instituciones de salud públicas y privadas siguen reproduciendo técnicas que la Organización Mundial de la Salud no recomienda como por ejemplo el legrado evacuador”, afirma Botta y en este sentido cree necesario hacer hincapié en prácticas seguras como el uso del misoprostol y la aspiración manual endouterina.

De acuerdo a un documento publicado el mes pasado por la Red de acceso al aborto seguro elaborado por Mariana Romero y Silvina Moisés, en 2016 se internaron en hospitales públicos del país 39.025 niñas, adolescentes y mujeres por situaciones relacionadas al aborto. Casi la mitad de ellas (48 por ciento) tenía entre 20 y 29 años y 16 por ciento eran niñas y adolescentes entre 10 y 19 años.

Entre 2016 y 2018, 459 mujeres murieron por causas relacionadas al embarazo, parto y puerperio; 65 de ellas estuvieron relacionadas con el aborto, lo que representan el 15 por ciento del total de las muertes maternas. Nueve de las muertes por aborto fueron de adolescentes de entre 15 y 19 años y casi la mitad de mujeres de 20 a 29 años.

En Argentina entre 2016 y 2018, 7.262 niñas entre 10 y 14 años tuvieron un parto, 8 de cada 10 de estos embarazos fueron no intencionales. El embarazo a término en estas edades cuadriplica el riesgo de muerte durante el embarazo, y aumenta el riesgo de complicaciones como eclampsia, hemorragia posparto e infecciones. También existen efectos en la salud mental, e incluso en el proyecto de vida: las niñas tienen más probabilidades de abandono escolar, empleos informales, perpetuando ciclos de discriminación y pobreza.

Cabe destacar que desde 1921 el Código Penal argentino permite el aborto en casos de peligro para la vida o salud de la mujer, o en caso de violación. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó en 2012 estas causales y las reconoció como un derecho, cuyos estándares son establecidos en el "Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo”.

Actualmente, 19 provincias y la Ciudad de Buenos Aires cuentan con protocolos para realizar un aborto legal por causales. Sin embargo, no todos establecen estándares y procedimientos para una atención de salud segura, de calidad y oportuna ni incorporan las exhortaciones del fallo F.A.L. de la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto del acceso y atención del aborto.

Según el informe de gestión 2011-2019 del municipio de Rosario los dos logros alcanzados gracias a la aplicación del protocolo de ILE fueron la reducción de internaciones por aborto -de 450 en 2009 a 202 en 2018- y la reducción a 0 del número de muertes maternas por complicaciones.

Red de cátedras del país

La cátedra de la UNR fue el puntapié inicial para la creación de una red de cátedras de universidades públicas nacionales sobre educación sexual integral y derecho al aborto. Se trata de cátedras libres, materias electivas y optativas de las universidades nacionales de Córdoba, Salta, La Plata, Rosario, Cuyo, del Sur, Buenos Aires, del Centro, La Pampa, Comahue, Quilmes, Avellaneda, Jujuy, Entre Ríos y Lanús

En mayo de 2019, en Santa Rosa, se hizo el Primer Encuentro Nacional de Cátedras Extracurriculares de Géneros y Derechos Sexuales y Reproductivos de Universidades Públicas Nacionales. Allí compartieron sus experiencias, elaboraron estrategias y ratificaron su compromiso para que el aborto siga instalándose en las universidades y en la agenda pública.

“La despenalización social del aborto es una larga tarea estratégica emprendida por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito para alcanzar este derecho y esta Red viene aportar a esta tarea en el ámbito académico”, afirman.

La aplicación de la ley de educación sexual integral en las universidades públicas nacionales, la información sobre derechos de salud sexual y reproductiva, el acceso a la interrupción legal del embarazo en el sistema público de salud y la demanda por la legalización del aborto, se trabaja en cada uno de los espacios académicos, a lo largo del país.

 

 

 

Estas cátedras surgen de la necesidad de suplir la falta de abordaje de la temática del derecho al aborto y de educación sexual integral en las currículas universitarias y apuntan a sumar información y herramientas para la formación de profesionales capaces de abordar, de manera profunda y responsable el aborto.