Tras el acalorado debate que suscitó en la Cámara de Diputados de Paraguay la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la Argentina, las legisladoras y legisladores decidieron expresar su rechazo con un "un minuto de silencio por las miles de vidas de hermanitos argentinos que no van a nacer". 

La propuesta, según medios locales, fue realizada por el diputado Raúl Latorre (ANR-Capital), quien pidió al pleno de la Cámara "un minuto de silencio por las miles de vidas de hermanitos argentinos que se van a perder, aún antes de nacer, en base a la reciente decisión tomada por el Senado del vecino país”.

Lo respaldó el legislador Basilio Núñez (ANR-Pdte. Hayes), que aprovechó su intervención para recordar que la Cámara de Diputados de Paraguay ya se ha declarado "pro vida" y "pro familia". "Es trágico lo que se aprobó en la Argentina”, señaló el legislador.

También se expresaron a favor de la moción las diputadas Blanca Vargas (ANR-Alto Paraná) y Esmérita Sánchez (PLRA-Caaguazú). 

Se pronunciaron en contra de la iniciativa, en cambio, las diputadas Celeste Amarilla (PLRA-Capital), Norma Camacho (PEN-Central) y Kattya González (PEN-Central). “No empecemos con el populismo; soy anti aborto, pero no estoy de acuerdo con ese populismo de hacer campaña política colgado del aborto, colgado del feminismo y, además, de cosas que ocurren en Argentina”, dijo Amarilla, legisladora de la oposición.

Finalmente, la propuesta se sometió a votación y fue aprobada. Mientras las diputadas y diputados de Paraguay se llamaron al silencio "por las miles de vidas de hermanitos argentinos que no van a nacer", las mujeres del país vecino siguen muriendo por abortos clandestinos. En 2018, de hecho, esa fue una de las principales causas de muertes maternas registradas en hospitales, según el Ministerio de Salud Pública (MSP) local. 

El exministro de Salud, Carlos Morínigo Aguilera, aseguró ese año que aunque no existen números oficiales sobre la cantidad de abortos clandestinos que se llevan a cabo en el país, se estima que se practican un total de entre 20.000 y 30.000 por año