El candidato conservador a la Presidencia de Francia, François Fillon, alertó ayer que el país se arriesga a “balcanizarse” por culpa del sectarismo y propuso que los inmigrantes tengan que esperar dos años para obtener beneficios sociales. Durante un discurso en Lyon a once días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 23 de abril, el aspirante de Los Republicanos, imputado por malversación de fondos públicos, advirtió de que “los sectarismos dañan” el país y lamentó que “Francia no sea ya Francia”. “Hemos dejado que los sectarismos se desarrollen y pongan a nuestra nación en riesgo de acabar como los Balcanes”, donde se produjeron guerras religiosas y étnicas en los años 90, denunció Fillon en alusión los sectarismos musulmanes. Para Fillon, que en las encuestas aparece con cerca de un 19 por ciento de intención de voto, prácticamente empatado con el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y por detrás de la ultraderechista Marine Le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron, la política de tolerancia no resultó efectiva porque “sirvió de pretexto” para crear guetos. El duro discurso sobre inmigración, que también sigue Le Pen, fue el tono general del mitin. “Nuestra política de inmigración deberá establecerse por cuotas, cada año, en función de nuestra capacidad de acogida, como se hace en Canadá”, abogó. “Los extranjeros que llegan a Francia deben “respetar los deberes antes de reclamar sus derechos”, agregó.