El dirigente radical Raúl Baglini murió este domingo a los 71 años. Abogado, orador afilado y mordaz, su figura brilló en los años de la recuperación democrática, cuando acompañó la presidencia de Raúl Alfonsín como diputado nacional, encabezando históricos debates en el Congreso. De uno de ellos surgió el famoso teorema que lleva su apellido, el teorema de Baglini, en e que expuso que “las propuestas más extremas se transforman en racionales según un partido o dirigente se va acercando al poder”.

Irónica y potente, la fórmula se instaló en la cultura argentina. Pasaron más de tres décadas pero sigue fresca. Baglini la enunció en 1986. El gobierno de Alfonsín había creado una Comisión Bicameral para determinar la composición de la deuda externa generada por la dictadura y establecer las pautas para renegociarla. Con ese telón de fondo, la sanción del Presupuesto se demoraba en sesiones interminables. Se debatía si había que pagar la deuda o declarar una moratoria, en un recinto al que habían llegado legisladores como Luis Zamora y Oscar Alende. En uno de esos debates, Baglini, que defendía posturas menos rupturistas sobre qué hacer con la deuda externa, planteó su teorema. "La ligereza de las posturas sobre la deuda externa es inversamente proporcional a la posibilidades de acceso al gobierno de un partido político determinado. Es decir que a menor posibilidad electoral de ser gobierno, más ligereza en el planteamiento", señaló.

Con el tiempo surgieron varias reversiones. La más usada dice que a medida que un partido se acerca al gobierno, más débiles son sus críticas al poder.

Baglini era mendocino. Estudió derecho en la Universidad de Córdoba, donde inició su militancia en la Agrupación Franja Morada. A los 33 años, en las primeras elecciones que se realizaron tras la caída de la dictadura, fue electo diputado por la UCR.

Entre 1983 y 1993 sería reelecto tres veces para el cargo. En ese período presidió el bloque radical, fue vicepresidente de la Cámara Baja y titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. En 1987 intentó convertirse en gobernador de Mendoza, pero los votantes no lo acompañaron y fue derrotado por el justicialista Octavio Bordón.

Fue un opositor a las políticas de Carlos Menem y en especial a la figura de Domingo Cavallo, sin sospechar que Cavallo y él integrarían el mismo gobierno años más tarde, durante el mandato de Fernando De la Rúa. Entre 2001 y 2003, Baglini se desempeñó como senador nacional. Y durante el kirchnerismo fue asesor del vicepresidente y ex gobernador mendocino Julio Cobos.

De una época en la que cargó con un marcado sobrepeso le quedó el sobrenombre de "el Gordo". Aunque consiguió bajar muchos kilos, su situación de salud quedó comprometida; ya en 2010 había decidido retirarse de manera activa de la política, tras sufrir un fuerte pico de estrés.

En 2020, luego de regresar de un viaje a los Estados Unidos, estuvo hospitalizado por una complicación respiratoria. Sus familiares aclararon que no tuvo Covid. El dirigente había sido internado a fines de diciembre por las secuelas de una neumonía, en el Hospital Italiano de la ciudad de Mendoza.

Su fallecimiento fue dado a conocer por el diputado y jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter. Entre las repercusiones que generó la noticia se destacaron mensajes del ex senador Federico Pinedo, de titular de la UCR, Alfredo Cornejo, del senador Luis Naidenoff, de Julio Cobos y Enesto Sanz. "Fue un político de excelencia y un consejero único. La UCR pierde a uno de sus grandes hombres", publicó Cornejo. Ernesto Sanz tuiteó "extrañaré su fina ironía, su creatividad exquisita, sus charlas, los viajes y campañas compartidas". "Raúl fue uno de los dirigentes nacionales más importantes, lúcidos e inteligentes de la política nacional", señaló Cobos, mientras que Pinedo consideró que con su muerte, "la Argentina pierde una de sus mejores cabezas".