“Me quedo en Central pero me corro del liderazgo de lo que es el fútbol profesional", anunció ayer el vicepresidente de Central, Ricardo Carloni. La decisión personal aparece luego de las amenazas que sufrieron sus hijas y el ataque perpetrado días atrás sobre la fachada de su comercio. "Hay cobardes que se la agarran con los más débiles, pero prefiero seguir acompañando desde otro lugar. Tras seis años en Central, soy una persona que está expuesta", lamentó ayer Carloni a Canal 3. "Hay sectores que quieren desequilibrar al club. Esto ya pasó. No queremos ni amenazas ni agresiones. Cruzaron un límite y primero que todo está la familia", agregó el directivo canaya. La investigación abierta busca identificar a quienes amenazaron a su familia y se esperan novedades al respecto en los próximos días. Carloni era el directivo más próximo al plantel profesional y su rol, por el momento, lo asume el presidente Rodolfo Di Pollina.