A partir de este lunes, en Francia, los alumnos no podrán concurrir a las escuelas con las llamadas mascarillas artesanales sino que será obligatorio el uso de barbijo quirúrgico, con un filtrado superior al 90 por ciento.

La medida, que fue adelantada por el Ejecutivo el pasado 1° de febrero, entró en vigor en el marco de las nuevas iniciativas para frenar las variantes más contagiosas del nuevo coronavirus, como la británica, cuya presencia en el país sigue creciendo.

Además, con el objetivo de frenar la propagación de las variantes brasileña y sudafricana, la Dirección General de Salud (DGS) decidió reforzar el rastreo de casos, el aislamiento de positivos y facilitar el cierre de clases.

A partir de ahora también todas las pruebas PCR que den positivo tendrán que ir seguidas de un segundo test para identificar la variante en las siguientes 36 horas.

Los casos positivos de estas dos variantes tendrán que aislarse durante diez días y no siete, como ocurre en Francia con los positivos de la cepa tradicional y mayoritaria en el país hasta ahora.

La DGS explicó que la medida responde a la "fuerte capacidad de contagio de estas dos variantes", que requerirá además hacer una segunda prueba de diagnóstico tras el período de aislamiento. Si volviera a dar positivo, el enfermo deberá permanecer aislado otros siete días.

Quienes sean identificados como caso contacto deberán pasar la PCR en el mismo día con un test específico que permita rastrear las variantes.