“La política debe reapropiarse de la economía”. La frase no provino de ningún dirigente peronista, ni funcionario del Gobierno, y mucho menos de algún dirigente opositor. La misma es propia del ministro de Economía y Finanzas de Francia, Bruno Le Maire. Él mismo la cuenta en su libro El ángel y la bestia que ha publicado recientemente.

Veamos lo que plantea Le Maire en su reciente publicación: "La acumulación de riqueza no vale como programa económico para los Estados. El beneficio no puede ser la única línea de conducta de las empresas; el fin económico no justifica ya los medios". En consecuencia, "la economía se había convertido en la política; con la crisis actual, la política debe reapropiarse de la economía”. Y agrega: "una amplia mayoría, cada vez menos silenciosa, aspira a una transformación profunda de nuestro modelo económico y a una reinvención del capitalismo".

Interesante el planteo del ministro francés, en contraposición a algunas experiencias locales nefastas que centran a la economía como eje indiscutible para la toma de decisiones. El excel con sus fórmulas matemáticas como manifiesto supremo prevalece a la hora de tomar decisiones de política social, educativa o de salud pública.

Resulta interesante traer el pensamiento del ministro francés, debido a que hace unas pocas semanas en declaraciones públicas se opuso a la venta de Carrefour. Esta es una de las cadenas minoristas más grandes del mundo, con base en Francia. Emplea en todo el mundo a mas de 300 mil personas, y en Francia a más de 100 mil siendo la empresa con más empleados. 

El comprador fracasado de Carrefour era una empresa canadiense Couche-Tard. Pero qué dijo Le Maire: “a priori, no estoy a favor" luego argumentó "¿El día que usted vaya a Carrefour y no haya pasta, ni arroz, ni bienes esenciales qué hará?". Por ultimo enfatizó que "Carrefour es un eslabón esencial de la soberanía y de la seguridad alimentaria de los franceses".

Proteccionista

Aquí en nuestros pagos por mucho menos al pobre Le Maire lo hubiesen tildado de comunista. Allí radican las principales diferencias. Se mira hacia el Norte o a Europa enfatizando sus políticas, pero cuando aquí se quieren implementar políticas proteccionistas en pos del bienestar de la sociedad se tilda al gobierno de turno de entrometerse en la economía, de no respetar las leyes, y las libertades individuales.

Vale preguntarse qué ha pasado cuando días atrás la Secretaria de Comercio Interior intimó a grandes empresas productoras de alimentos que aseguren el abastecimiento de la población. Bueno, muy simple: los medios concentrados, y economistas del establishment salieron a enfatizar la inutilidad de tal decisión administrativa. Lo mismo cuando funcionarios del Gobierno enfatizaron que “no se descartaba nada” en referencia a la posible suba de retenciones, siempre en pos de no trasladar el precio de exportación al mercado local.

Aquí va una recomendación: el resultado de una o varias medidas siempre tiene un fin. Ahora bien, a modo de autoevaluación, es importante preguntar siempre a quién beneficia dicha medida, ya sea ejecutiva, judicial o legislativa. Antes de que lea o escuche nada al respecto, pregúntese simplemente a quién piensa usted que beneficia la misma. Luego verá que las medidas que usted piensa que generalmente benefician a gran parte de la población son atacadas y cuestionadas por los mismos actores, una y otra vez. No importa si se trata de aspectos de política doméstica, de economía o de salud pública.

El capitalismo siempre busca maximizar las ganancias. Algunos podrán argumentar que el capitalista (llámese empresaria/o, terrateniente, chacarero) podrían actuar con mayor ética o moral. Pero se debe suponer que cualquier persona actuará en pos de aumentar su rédito personal lo más posible, sin importar el bienestar colectivo. Por lo tanto es el Estado que debe equilibrar las desigualdades que genera este tipo de funcionalidades. 

Volviendo a lo que planteaba Le Maire, el Estado debe usar todas las herramientas que tiene a disposición para asegurar la soberanía económica y, en este caso, específicamente la soberanía alimentaria

* Maestrando Historia y Políticas Económicas (UBA).

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