La coartada del Gobierno jujeño de apuntar los cañones hacia clínicas privadas para quitar las miradas sobre eventuales vacunados "VIP" vinculados al oficialismo provincial, acaba de sufrir un golpe en el centro mismo del discurso republicano y "moralista": según una documentación oficial a la que accedió el portal local El Expreso, Alfredo Nicolás Bohuid, sobrino del ministro de Salud Gustavo Bohuid, recibió la vacuna contra el COVID-19 sin ninguna otra razón objetiva más que su parentesco con el funcionario.

De 35 años de edad, este licenciado en ciencias políticas con un cargo jerárquico en la cartera sanitaria jujeña, figura como vacunado con la primera dosis de la Sputnik V el 8 de enero de este año en el Hospital de Campaña de la ciudad Cultural, según consta en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), una herramienta del ministerio de Salud de la Nación en la que se sistematiza toda la información estratégica a nivel federal. Según la información oficial, el sobrino ministerial recibió la segunda dosis de la vacuna en el mismo HOSCAM el 29 de enero.

El joven y sano Bohuid fue inmunizado de manera privilegiada sólo 11 días después de que las vacunas arribaran a Jujuy el 28 de diciembre del año pasado, lo que denota un manifiesto apuro por aplicársela salteándose turnos entre los grupos de riesgo priorizados. Ayer el tema calentó las redes sociales jujeñas, donde el episodio dividió las aguas entre los indignados porque Bohuid recibió una dosis "de privilegio", y quienes lo defendieron por su carácter de funcionario de Salud.

El martes pasado, en plena efervescencia nacional político, judicial y mediática acerca de la irregular vacunación de personas en la sede del ministerio de Salud de la Nación –affaire que le costara el cargo al ex ministro Ginés González García–, el gobernador Gerardo Morales quiso despegar a su gobierno, a la dirigencia política oficialista y hasta a miembros de la Justicia de eventuales situaciones de privilegio para acceder a la inmunización en su provincia. Pero para ese fin diseminó acusaciones sobre propietarios y accionistas de clínicas y sanatorios privados jujeños.

"Ha habido algunas clínicas privadas que faltó que pongan hasta el perro y el gato para que se vacunen y han pasado las listas", dijo Morales fiel a su declaracionismo desenfrenado. En su vocación por transparentar la información, el gobernador dictó el decreto 2720, por el cual instruyó a la cartera sanitaria para que publique periódicamente "la lista completa de personas que hayan recibido la aplicación de la vacuna contra el coronavirus y la razón que justificó la prioridad estratégica, además de los listados de personas incorporadas en orden de prioridad para ser vacunadas". La Legislatura provincial lo ratificó ayer, convirtiéndolo en la ley 6219, con 36 votos afirmativos, durante en una sesión en la que el caso del primer vacunado VIP provocó airados debates.

Allí se establecieron sanciones para quien "disponga, permita o facilite la aplicación de la vacuna sin respetar el orden de prioridad dispuesto por el plan estratégico de vacunación en la provincia, siendo solidariamente responsables agentes públicos o privados de establecimientos públicos o privados y/o sus autoridades".

"De las 10 clínicas privadas de la provincia, ocho de sus directivos contrajeron COVID-19, y dos de ellos fallecieron", confió a en reserva a Página 12 uno de los empresarios del sector salud jujeño, quien fue más allá y dijo que "fueron las clínicas privadas quienes pararon la explosión de coronavirus en Jujuy, y entre los directivos de establecimientos privados tenemos la más alta tasa de casos y decesos porque estamos las 24 horas adentro de ellos trabajando".

La misma fuente explicó el procedimiento para vacunar a trabajadores de la salud no estatales: "tenemos que mandarle por mail a Bárbara Di Pietro (la secretaria de Salud de la provincia) el listado con los nombres que proponemos, y ella junto al ministro Bohuid definen a quien vacunar o no".

"Lo que ha sucedido es que hubo una falsedad de datos, han puesto familiares de los dueños de las clínicas en algunos casos figurando como mucamas, jefes de enfermeros y esto es lo que se ha detectado y es lo que ha sucedido", había denunciado el miércoles en TN el ministro Bohuid.

Antes de que se difundiera el nombre de su sobrino, el funcionario había dicho a través de redes sociales que "no tenemos absolutamente nada que ocultar, las listas están a disposición de los organismos que corresponden y no van a encontrar a ningún funcionario ni a nadie que no sea el personal de salud".

"Morales miente permanentemente, está acostumbrado a sacarse la responsabilidad de encima y en este caso, se la tira a las clínicas privadas. Quien debe asumir la responsabilidad de esto es el ministro de Salud de la provincia, porque no solamente hubieron vacunaciones VIP, sino que aquellas personas que se vacunaron en las clínicas privadas, surgieron de listados visados y autorizados por la secretaria de Salud de la provincia, quien recibía las listas de las clínicas, las revisaba y las devolvía autorizadas", explicó Carolina Moisés, la diputada nacional por el Frente de Todas que se ha venido mostrando muy crítica del accionar del gobierno jujeño para dar respuesta a la pandemia.

"En Jujuy es bastante difícil acceder a la información, pese a la sobreactuación de Morales. Esperamos que publiquen y entreguen esa documentación, pero mientras tanto estamos investigando porque sabemos de casos de esposas de funcionarios que han sido vacunadas por fuera de los grupos priorizados", completó la legisladora.

Por su parte Natalia Morales, diputada por la izquierda jujeña, también planteó su repudio al vacunado VIP en sus redes sociales: “El abanderado de la transparencia está flojito de papeles (por Gerardo Morales). Ningún informe respondió sobre distribución de testeos, insumos y por las condiciones de los esenciales de la salud a quienes descontó salarios por contagiarse de COVID e intentó multarlos”.

Dentro de la abultada y valiosa información alojada en el SISA acerca de establecimientos de salud, profesionales, programas o prestaciones sanitarias de todo el país, se encuentra el Registro Federal de Vacunación Nominalizado (NOMIVAC), puesto en marcha por Carla Vizzotti en su etapa como directora nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, durante la gestión de Juan Manzur como ministro de Salud de la Nación

En el NOMIVAC se registra en tiempo real cada vacuna aplicada a una persona, detallándose sus datos personales, la fecha de aplicación, la dosis, el lote y el establecimiento productor. Se trata de una herramienta clave para monitorear la marcha de campañas de vacunación extraordinarias como la del COVID, como así también la evolución de coberturas de las vacunas contempladas en el Calendario Nacional de Vacunación.