Siempre celebramos el binomio industria-diseño. Fauno, un reciente lanzamiento rosarino da cuenta de esto. Se trata de la alianza entre una familia de ópticos a la que pertenece Francisco Kania, quien decidió convocar a los diseñadores Marina Baima y Lucas Giulietti, para proyectar y fabricar una colección de gafas propias. Basados en el concepto ‘Belleza sin marco’, el dúo desarrolló tres líneas basadas sobre los rasgos del rostro y el énfasis de la simpleza morfológica que rompen sobre ella. La presentación además sumo un fashion film por otro reconocido profesional rosarino, el artista y gestor cultural Mauro Guzmán. Baima cuenta la historia. 

–¿Cómo surge la iniciativa? ¿En qué estabas trabajando en ese momento?

–El proyecto nace en 2013 de la tradición familiar de un óptico, Francisco Kania, que quería combinar todo su conocimiento técnico y unirlo a diseños de vanguardia con alto contenido en tendencias, estética y calidad. En ese momento, como nos venimos especializando en gestión estratégica de diseño, sobre todo en cómo poder ser competitivos y desarrollar productos innovadores con una fuerte impronta local, se dio naturalmente. Así el desafío era lograr un buen producto con producción local y con trascendencia internacional. 

–¿Qué sentís o crees que motivó al dueño a recurrir al diseño?

–Francisco no sabía en la complejidad en la que estaba introduciéndose, pero sí tiene una gran intuición. Venía con la idea de que muchas marcas si bien incorporaban cosas nuevas, no comprenden la mirada técnica. Obviamente primero llegó con un listado de lentes que quería producir y en esas primeras entrevistas justamente pudimos reflexionar que en un mercado como el argentino, la pequeña industria tenía que diferenciarse, marcar su propio concepto, traducción, emoción. Se fue y volvió coincidiendo en que el desarrollo de un diseño propio era el camino. Allí comenzamos no sólo a evaluar los conceptos y tendencias sino a incorporar todo el saber de generaciones que él tiene de su familia de ópticos. Y así creamos Fauno, una marca concepto que está en todos los detalles. Cada elemento de la marca está diseñada por diferentes profesionales, el packaging, la fotografía. Con semejante puesta en marcha cuando al fin terminamos la colección de más de 42 lentes, no podíamos dejar sin hacer un lanzamiento y fashion film, allí es que convocamos a Mauro Guzmán. 

–¿Qué fue lo primero que hicieron a la hora de diseñar? Imagino que son tus primeros anteojos.

–Sí. Los anteojos es algo que se nos presentaba como un desafío. Algo que encima está ligado a la obvia posibilidad de ver mejor, entonces implica un gran compromiso. Peso, ergonomía, fisonomía, adaptación a cristales pesados, todo hacía y hace a la cuestión. Así, lo primero fue hacer matrices y empezar a evaluar indicadores y morfología, tipos de patillas, materiales, colores.  Luego nos abocamos a ver marcas tradicionales y disruptivas, evaluar marcas de indumentaria para ver como era el mercado más fashionistas, aplicando metodología para obtener lecturas. Nos encontramos en el camino a Sebastián Rodríguez de Inti Tendencias que nos ayudó en la primera etapa a evaluar posibilidades de cómo mirar los macro conceptos. 

–¿Qué cosas descubrieron en cuanto al segmento?

–Cuando uno comienza a trabajar en este tipo de productos, comienza a mirar elementos del rostro a nivel micro, para ver justamente que partes son las que pueden modificar o verse involucradas en el proceso de diseño. Así, observamos que por ejemplo, los pómulos muchas veces son más importante que los tabiques de la nariz, es la parte donde el anteojo termina y no tiene que interferir al hablar o sonreír y es el lugar clave para dar una terminación que muchas veces puede ver como cara más ruda o suave. Otro elemento interesante son las bases de los anteojos de receta, que viene a generar el alma del producto. Son importante porque dan la tridimensionalidad, son las curvaturas de los cristales, y de allí se van a desprender el alcance o el marco del vidrio y su relación con el ancho de cara. Existen distintas normativas sobre qué geometría de marcos combina con cual geometría de rostro. Particularmente nos centramos en aquellas que abarquen a la mayor parte de los usuarios, para generar las síntesis que queríamos. Los parámetros que pudimos segmentar, están definidos a equilibrar las formas naturales de la cara, destacando o estilizando. Por ejemplo para caras cuadradas van las formas ovalados y rectangulares; para ovaladas los cuadrados, rectangulares, ovalados y redondos, para alargadas/rectangulares las redondas, ovalados y rectangulares y para las caras redondas los cuadrados y rectangulares. La morfología no es sólo un elemento que define el diseño, sino que hay que tener en cuenta que el anteojo siga las formas naturales del rostro, mejillas, cejas y que no corten el rostro, sino que sea un elemento que acompañe un todo y sea una combinación entre el tamaño, el peso, los espesores y la morfología.  

El tema del tamaño es más a nivel global, como queda según nuestro rostro y cuerpo. Algo que no utilizamos son marcos muy grandes, justamente porque visibilizamos que en función de la morfología y la caja del alojamiento de la lente, genera una situación de separación o reducción del ojo que puede generar una sensación poco natural de la mirada. Para re pensar un poco, solemos hacer una analogía con el diseño de sillas, es un mundo super explorado, desarrollado, pensado y repensado. Lo que nosotros hicimos como diseñadores, fue analizar primero el mercado, estudiando minuciosamente las morfologías utilizadas por las marcas más reconocidas a nivel consumo (definido como que el comprador adquiere el producto dentro del universo que consume la óptica) y también las marcas a nivel vanguardia, que no poseen un consumo masivo, pero si uno específico (donde el comprador busca fuera y dentro de las ópticas al producto deseado). Y a la vez, estudiar también minuciosamente el estilo que queríamos alcanzar como marca. Cuando empezamos a trabajar nos dimos cuenta al instante que la profundización en el detalle y la simpleza en las líneas sería nuestros puntos fuertes en el diseño. Pensamos en un segmento que valora el diseño, la comodidad y austeridad, que pueda elegir simpleza y calidad y que la reconozca, elegimos diseñar para aquellos de más de 30. La estrategia de diseño se centró en la creación de valor en la marca por el reconocimiento del mismo en cada uno de sus anteojos. Para lograr esta definición se utilizarán lenguajes sutiles con grandes rasgos de calidad. Simpleza morfológica y depuración de incrustaciones. Gama de colores saturados y versiones plenas. Entre 3 y 5 colores son los que guían al reconocimiento de marca.

–¿Fue difícil la producción, se puede competir desde Argentina?

–Nos fue difícil encontrar la calidad y lograr que entiendan que apuntamos a desarrollar un marca de diseño y no copiar. Por suerte fuimos desarrollando proveedores a los cuales incorporamos herramientas de seguimiento de producción. Se puede competir si apuntamos a desarrollar estrategias propias y crear marcas no sólo productos, experiencia e incorporar todo un equipo que piense diferente.