El abogado de Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Alberto Beraldi, presentará este martes un pedido de nulidad del juicio por el Memorándum de Entendimiento con Irán. La revelación de las visitas de los camaristas de Casación, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, estará en el centro del pedido, porque ambos magistrados dictaron fallos que fueron notoriamente contra la legalidad. Como adelantó Página/12, Borinsky y Hornos intervinieron dos veces en la causa Memorándum, una vez como integrantes de la Sala I y luego otra como integrantes de la Sala IV, cuando ambos estaba inhibidos de intervenir en los casos relacionados con el atentado contra la AMIA. Lo más grave es que, entre visita y visita, ambos jueces desplazaron a Daniel Rafecas de la instrucción de la causa Memorándum, se la sirvieron en bandeja a Claudio Bonadio, quien ordenó detenciones y hasta procesó por traición a la Patria a Cristina y al fallecido canciller Héctor Timerman. Y aún más grave es que se ordenó la prisión de varios opositores.

El listado de visitas, tanto a Casa Rosada como a Olivos, exhibió el trasfondo de algunas de las decisiones más escandalosas de Comodoro Py. Y, desde siempre, para todos los juristas -incluyendo los opositores- había dos expedientes grotescos: dólar-futuro y Memorándum. En el caso dólar-futuro hubo en diciembre una pericia que determinó que no existió perjuicio para el estado, que el Banco Central no tuvo pérdidas, que no cayeron las reservas y que nadie del gobierno de CFK se benefició con esa operatoria.

El otro expediente escandaloso fue el del Memorándum. Página/12 anticipó la opinión de Beraldi: “Las visitas no fueron hechos aislados. Están también las llamadas de Pepín Rodríguez Simón, el operador judicial de Mauricio Macri, a distintos integrantes del Poder Judicial. Se suman el espionaje a los ex funcionarios detenidos en Ezeiza y Marcos Paz, las otra operaciones de seguimiento a opositores y hasta oficialistas. Esto fue una asociación ilícita que perpetró casi un golpe de Estado, la ruptura del orden constitucional”.

En línea con esa mirada, Beraldi presentará el escrito en esa causa el martes. Sucede que es abogado de CFK en casi todos los expedientes, pero no en el del Memorándum. En esa causa, la vicepresidenta era representada por Roberto Boico, que ahora es integrante de la Cámara Federal. Una vez que asuma como defensor, Beraldi expondrá los argumentos ante el Tribunal Oral que tiene ese expediente en la actualidad. Los abogados de Héctor Timerman, Graciana Peñafort y Alejandro Rúa explicaron durante todo el fin de semana las manipulaciones en las que intervinieron Borinsky y Hornos.

* Un plenario de la Casación decidió que todas las causas relacionadas con AMIA le correspondían a la Sala II. Hornos y Borinsky no estaban en esa sala pero igual intervinieron.

* Tras la denuncia de Alberto Nisman en 2015, el juez Daniel Rafecas archivó el caso por inexistencia de delito. No podía haber delito en un tratado votado por el Congreso y que, además, no entró en vigencia.

* Como integrantes de la Sala I, Hornos y Borinsky habían convalidado el cierre del expediente, pero después como miembros de la Sala IV de Casación ordenaron la reapertura, en base a una llamada grabada ilegalmente por un ex presidente de la DAIA. La llamada, además, no aportaba ningún dato nuevo.

* Hornos y Borinsky jugaron las fichas para darle la instrucción a Claudio Bonadio, que ya había sido expulsado de todas las causas relacionadas con AMIA a raíz de increíbles demoras en un expediente paralelo a AMIA y que tenía en la mira a su amigo el exjuez Galeano.

* Bonadio entró por la ventana porque se permitió una causa colectora, es decir otro expediente sobre el Memorándum, impulsado por la DAIA y dos denunciadores seriales de Cambiemos.

* En todo el proceso, Hornos y Borinsky se abstuvieron de ordenar la más elemental de las pruebas: la declaración del secretario general de Interpol, Ronald Noble, que desde el primer día dijo en Página/12 que "la denuncia de Nisman es falsa”. La base de la denuncia era que el gobierno de CFK intentó levantar las órdenes de captura contra los sospechosos iraníes y Noble, responsable máximo de Interpol, dijo que eso era una mentira.

* En el recorrido, Bonadio procesó a CFK y Timerman por traición a la patria, uno de los hechos más graves que registra Comodoro Py. Esto incluía -con complicidad de la DAIA- un viejo adagio antisemita: un canciller judío traicionando a la patria.

* El procesamiento de Timerman derivó de inmediato en que el gobierno de Estados Unidos resolviera la cancelación de la visa del excanciller. Timerman estaba en un tratamiento experimental del cáncer que padecía y eso le impidió viajar por varias semanas a la universidad norteamericana en la que se trataba.

* La causa la tiene hoy en día el TOF 8, que preside Gabriela López Iñiguez y que integran José Michilini y Daniel Obligado. Los magistrados están esperando la respuesta de Interpol para que se posibilite la declaración de Noble. En realidad, los jueces no saben qué hacer con el juicio, porque es evidente que no existió ningún delito. Si el exsecretario general de Interpol mantiene sus dichos -cosa que igual ya está por escrito en varias oportunidades, en Página/12 y The Wall Street Journal- el juicio no tiene razón de ser. 

Pero ahora, además, va a intervenir Beraldi pidiendo la nulidad de todo lo hecho por Hornos y Borinsky y, como consecuencia, del juicio. Seguramente el argumento será que los camaristas de Casación que intervinieron fueron evidentemente parciales. Mientras visitaban a Macri en Olivos dictaban fallos contra los adversarios políticos de Macri. Empezando por CFK y Timerman. Pero, más grave aún, permitieron que Bonadio mande a prisión a opositores, como Carlos Zannini, Luis D’Elía, Fernando Esteche y Jorge Yussuf Khalil.