Según trascendió ayer, el Gobierno tendría pensado hoy finalmente remover al procurador del Tesoro, Carlos Balbín (foto), quien iría a la Cancillería a ocupar el lugar que dejó vacante el radical Leandro Despouy en el área de derechos humanos. Balbín había sido cuestionado por su manejo de las demandas por el aumento de tarifas y por abrir un sumario por el Correo Argentino, pero en el anterior intento de removerlo había intercedido Elisa Carrió. El cargo que ocupa tiene un rol clave en el nuevo protocolo de “conflictos de intereses” que el macrismo instrumentó por decreto luego del escándalo del Correo. Quien suena para reemplazarlo es el secretario Legal y Técnico de Hacienda, Bernardo Saravia Frías, quien fue abogado del Grupo Macri.