La NASA dio a conocer una noticia sorprendente: el último vuelo de SpaceX, la empresa de Elon Musk, a punto de chocar el viernes pasado con un objeto volador no identificado cuando empezaba su en viaje rumbo a la Estación Espacial Internacional. Pero unos días después la impactante novedad quedó en la nada. El Comando Espacial de Estados Unidos aseguró que todo se trató de un error y que no había habido ni objeto ni amenaza, El episodio quedó en revisión.

Los cuatro astronautas de SpaceX apenas se habían puesto en órbita el viernes pasado cuando se les ordenó que volvieran a ponerse sus trajes espaciales debido a una posible colisión.

La teniente coronel Erin Dick, portavoz del Comando Espacial, dijo que en ese momento se creía que un objeto se acercaría a la cápsula SpaceX recién lanzada. "Sin embargo, rápidamente nos dimos cuenta de que se trataba de un error de informe", escribió en un correo electrónico, "y que nunca hubo una amenaza de colisión porque no había ningún objeto en riesgo de colisionar con la cápsula".

Dick se negó a comentar más y dijo que la información adicional debería estar disponible a fines de esta semana, una vez que se investigue lo que sucedió.

El "casi choque"

El Comando Espacial alertó a la NASA unos 45 minutos antes de la posible colisión. SpaceX y la NASA notificaron a los astronautas 15 minutos más tarde, instándolos a ponerse sus trajes de inmediato y bajar las viseras de sus cascos. Para entonces, no había tiempo suficiente para cambiar el camino de la cápsula. El drama se desarrolló en vivo por NASA TV.

Los astronautas estadounidenses, franceses y japoneses habían practicado esto muchas veces antes del vuelo, según el portavoz de la NASA Kelly Humphries.

“Por supuesto, siempre nos alegra saber que nunca hubo una amenaza, pero también nos alegra que los procedimientos estuvieran bien implementados y que la tripulación estuviera lista si la amenaza hubiera sido real”, dijo.

El viaje iniciado el viernes pasado es la tercera misión de SpaceX y llegó a destino el sábado. Los astronautas que despegaron desde el Centro Espacial de Cabo Kennedy, en Florida, se integraron al resto de la misión Crew-2 en la Estación y allí estarán por los próximos seis meses.