Pasajero inesperado              6 Puntos

Stowaway; Alemania/EE.UU., 2021

Dirección: Joe Penna.

Guion: Joe Penna y Ryan Morrison.

Duración: 116 minutos.

Intérpretes: Anna Kendrick, Daniel Dae Kim, Shamier Anderson, Toni Collette.

Estreno en Netflix.

Noble entrada en el subgénero de la ciencia ficción realista (o el drama futurista), el segundo largometraje del brasileño Joe Penna –ex youtuber que logró que su ópera prima, El ártico, tuviera un estreno en el mismísimo Festival de Cannes–, transcurre casi en su totalidad en el interior de un pequeño módulo espacial, en ruta hacia su destino final: Marte. Nuevamente en colaboración con el guionista Ryan Morrison, la trama despega con una intensa secuencia en la cual todas las incomodidades físicas inherentes al abandono de la gravedad terrestre se presentan en pantalla. Como ocurrirá durante casi toda la película, hasta la última media hora, el exterior está completamente fuera de campo, visible apenas a través de los pequeños ventanucos de la cápsula de despegue. Ya en órbita, y a poco de acomodarse en ese nuevo ámbito, la capitana Barnett (Toni Collette), la médica Levenson (Anna Kendrick, a su vez una de las productoras) y el biólogo Kim (Daniel Dae Kim, célebre por su papel en Lost) se topan con la inesperada presencia de un cuarto pasajero, herido y aparentemente encerrado allí por error.

Pero el ingeniero Adams no es un alienígena peligroso y Pasajero inesperado no incurre en los horrores del espacio exterior. Tampoco en los tópicos de la acción al uso. El suspenso en la película de Penna está planteado en términos lógicos, luego de que un desperfecto grave en el sistema de oxigenación deja al cuarteto frente a un dilema de difícil solución: el aire restante no es suficiente para que los cuatro tripulantes lleguen con vida al planeta rojo. ¿Quién es más o menos indispensable? ¿En qué términos? ¿Cómo tomar y comunicar la decisión de que uno de ellos debe sacrificarse en pos del resto y el éxito de la misión? Nuevamente, Stowaway (el título original es simple y directo: “Polizón”) no recurre a enfrentamientos físicos, recelos y pactos: todo es razonado, explicitado y conversado, aunque el tiempo apremia y las decisiones deben ser tomadas a tiempo. El pasado y presente personales del “colado” revelan el costado más sentimental del film, que derrapa en un par de secuencias con música emotiva a tono.

Afortunadamente, Pasajero inesperado –esencialmente una producción alemana, rodada en su totalidad en estudios de Múnich y Colonia, aunque en idioma inglés– deja de lado esos menesteres y se lanza a un intento desesperado por conseguir oxígeno en los tubos abandonados en la cápsula de despegue, a doscientos metros de caminata espacial. La cámara se instala entonces en el exterior y acompaña a los astronautas en ese peligroso tránsito, amenazados por el vacío, la radiación solar y, esencialmente, el paso del tiempo. Es una notable secuencia de suspenso coronada por un cierre tan inesperado como lógico respecto de la dura coyuntura. El final de un drama de interiores sostenido por un guion relativamente fuerte (quien los busque encontrará “agujeros” y paradojas, como en cualquier relato sci-fi) y la siempre creíble máscara del cuarteto de intérpretes.