La justicia, la policía y el Ministerio de Salud bonaerense investigan el caso de Leonardo Alvarado, el sujeto que presuntamente estaba vendiendo de forma ilegal vacunas chinas, Sinopharm, en Berisso. En la fiscalía que lidera Marcelo Martini tienen indicios de que Alvarado tenía acceso a un vacunatorio y que podría haber faltantes.

El fiscal está redactando el pedido de prisión, algo que deberá ser convalidado por el juez. Los investigadores de la Bonaerense, en cambio, piensan que el hombre rellenaba frascos vacíos, pero no con la vacuna, sino con una sustancia inocua.

En todo caso, a Alvarado le imputan los delitos de peculado --"el que sustrae efectos de la administración pública"-- y violación del artículo 205 que consiste en no cumplir con las medidas adoptadas por la autoridad para evitar la propagación de una pandemia. El individuo afronta el peligro de prisión efectiva por varios años. Si se tiene en cuenta que hasta ayer se habían aplicado en el país 11.400.000, era previsible la existencia de denuncias de maniobras o robos. Se trata de una cantidad muy mínima si se compara con la envergadura del operativo.

Leonardo Alvarado es un remisero que fue contratado por el Ministerio de Salud para hacer tareas de logística relacionadas con un vacunatorio de Berisso en el que tenía tareas de descarte de los residuos.

Era becario y cobraba con recibo de sueldo. Cuando se percibió la maniobra, el intendente de Berisso, Fabián Cagliari, junto al Ministerio de Salud, encabezado por Daniel Gollan, y la policía bonaerense presentaron la denuncia judicial.

El fiscal Martini ordenó un operativo falso de compra de una dosis de Sinopharm y Alvarado fue citado por un presunto comprador en el Parque Cívico. Todo se grabó y filmó y sujeto fue rápidamente detenido: se le secuestraron ocho frasquitos llenos y 12 vacíos. Alvarado cobraba 5.000 pesos la supuesta dosis. La duda es si logró robarse vacunas o si lo que se llevó fueron frasquitos vacíos de Sinopharm que luego llenaba con solución fisiológica.

Al menos por ahora la fiscalía evalúa que el sujeto pudo haberse llevado las Sinopharm: tenía acceso al vacunatorio, ubicado en una posta sanitaria dentro del local de la Asociación de Trabajadores del Estado, y además no se descarta que podría haber faltantes. En la Bonaerense creen que lo más probable es que se trate de un fraude y el propio ministro de Seguridad, Sergio Berni, sostuvo que “casi seguro en los frasquitos había placebo, es decir un líquido inocuo. No lo digo con certeza, pero es la lógica”. El fiscal Martini todavía no envió el material para su análisis porque privilegió el pedido de prisión para Alvarado, el que deberá ser convalidado por el juez en las próximas horas.

Tratándose de la campaña de vacunación más grande de la historia, con 11.400.000 vacunas aplicadas y más de tres millones en la Provincia de Buenos Aires, parece posible que alguien pueda robarse 20 vacunas. En el país se detectaron y hubo denuncias por distintos casos que suman, en total, menos de 100 vacunas, una cifra mínima en relación a la cantidad que se mueve diariamente. De todas maneras, el ministro Gollán puso a su equipo al frente de la auditoría del vacunatorio y por ahora no aparecen faltantes.