La Asamblea Feminista de la villa 31 y 31 bis junto con el Colectivo Ni Una Menos, Iconoclasistas y el Grupo de Investigación e Intervención Feminista se propusieron la tarea de hacer un mapa de la urbanización del barrio en clave feminista.

Durante dos años de reuniones, talleres, asambleas y actividades públicas nos dedicamos a entender de qué manera en el proceso de urbanización se juega un conflicto entre el derecho a la vivienda, los reclamos feministas contra las violencias machistas y el avance de la especulación financiera e inmobiliaria fomentada por el gobierno de la ciudad. Este mapa ya impreso se presentó en una jornada en el barrio previa al Paro del último 8 de marzo.

La asamblea feminista de la Villa 31 y 31 bis está integrada por un conjunto transversal de organizaciones y se creó en noviembre de 2018 para organizar un paro contra el fallo judicial que absolvía a los femicidas de Lucía Pérez. Para el 8M de 2019, la asamblea denunció el femicidio de la vecina Liliana González. Unos meses después impulsó la convocatoria “Urbanización en clave feminista. Contra el endeudamiento y los mandatos de género”. En noviembre, organiza la primera Marcha del Orgullo LGBTTIQ+ trans villera plurinacional. En el marco de la preparación del paro internacional feminista de 2020, impulsa la asamblea “Eso que llaman amor es trabajo no pago” en la puerta del Banco Santander que está en la entrada del barrio, discutiendo en qué sentido “la deuda es con nosotres”. Luego, ya con la pandemia recrudeciendo la urgencia y con el dolor por la muerte de Ramona Medina, la asamblea hace una campaña por la falta de servicios básicos para cumplir las medidas sanitarias. También se denuncia el aumento de la violencia de género y el femicidio de Florencia Galarza. Se hacen aficheadas varias con carteles que dicen “Barrios libres de acoso. Redes de cuidados feministas!” y “Vivas, libres y organizadas! No estás sola”. Unos meses después, se vuelve a impulsar un encuentro, junto al colectivo NiUnaMenos, con el nombre de “Urbanización en clave feminista. Alquiler, deuda y vivienda”. A pesar de todo, en octubre se logra celebrar la segunda Marcha del Orgullo LGBTTIQ+ trans villera plurinacional. En diciembre, hay pañuelazo por la legalización del aborto junto a la coordinación de Redes y Asambleas Feministas de villa 21 24, Villa Oculta, Soldati y Bajo Flores y preparativos para estar en las vigilias y hacer allí la fogata y quema de perchas.

La producción de un mapa desde el barrio permitió hacer la conexión entre la violencia machista y la crisis habitacional y evidenció de manera contundente la falta de perspectiva de género en el proceso de urbanización vendido como política exitosa desde el gobierno de la ciudad. Tuvo el desafío de investigar en forma concreta los impactos de la especulación financiera e inmobiliaria en el acceso a la vivienda de mujeres, lesbianas, travestis y trans.

En las instancias mismas de organización política se produjo un vocabulario propio capaz de iluminar cómo se preparaban “desalojos legales” a partir de la titularización de las viviendas nuevas en base a endeudamiento. Además de la violencia de las relocalizaciones, luego se suma la precariedad de las viviendas nuevas. También se ha denunciado el criterio de asignación de esos títulos de propiedad en términos de una jerarquía que prioriza a quienes están en familias heterosexuales, además de no tener en cuenta cuando hay denuncias de violencia de género.

El proceso de producción no se detuvo en la pandemia. De hecho, en la tapa del mapa la consigna que se lee es “Nos sostienen las redes feministas“, evidenciando la tarea fundamental de las promotoras contra la violencia machista, y del trabajo cotidiano de esas redes en comedores, merenderos, salitas y en la propia implementación de las medidas sanitarias.

En el contexto de pandemia además, hemos mapeado un proceso de acumulación de deudas por alquiler que significó un aumento de los desalojos, tomas de terreno dentro del mismo barrio y la vergonzosa política habitacional del Gobierno de la Ciudad que exige demostrar estar en situación de calle para obtener un subsidio que además es miserable en relación a lo que cuesta alquilar.

Por último, el mapa también contiene los principales hitos desde la formación de la asamblea y una señalización de los espacios de organización y redes del barrio, dibujando una contrageografia feminista resistente al intento de convertir al territorio en un botín de guerra para la especulación financiera e inmobiliaria.

*El mapa se puede descargar de niunamenos.org.ar o pedirlo en el instagram de la Asamblea feminista de la Villa 31 y 31 bis @asambleafeministav31