Conformando un mosaico armonioso de diferentes recursos y registros, en Violencias de género:Las mentiras del patriarcado, Liliana Hendel repasa conceptos y recupera historias de primera mano, con el propósito de explicitar el entramado de violencias –tanto materiales como simbólicas– que viven las mujeres en un mundo donde el patriarcado es norma. Amor romántico, femicidios, maternidad, aborto y estereotipos de belleza, son algunos de los tópicos que conforman la obra.

Las mentiras del patriarcado son sutiles: su impunidad se apoya en instituciones centenarias como la justicia y la educación. El sentido común machista es internalizado desde la primera infancia durante el proceso de socialización, y progresivamente reproducido en la interacción social. Es por ello que, a pesar de lo corriente de sus prácticas, con frecuencia resulta difícil conceptualizar cómo operan las violencias de género: “La desigualdad se esconde en los pliegues de lo naturalizado y es convertida en jerarquía”, advierte la autora desde las primeras páginas. Así, el punto de partida de este libro es la necesidad de sacar a la luz lo que con el correr de los siglos ha devenido invisible, valiéndose de importantes autores y tradiciones teóricas pero también de la potencia de lo cotidiano.

Liliana Hendel es psicóloga y periodista especializada en temas de género; desde la trinchera mediática reivindicó y puso en práctica el feminismo desde tiempos –no tan lejanos– en que la problemática ocupaba un lugar harto menor en la discusión pública, cuando desde los medios de comunicación se recurría con mayor frecuencia a eufemismos  como “crimen pasional” y “violencia doméstica”. El atropello a los derechos humanos de las mujeres ha sido tratado, explica Hendel, como problemáticas personales y peculiares: “es universal, pero no es así como se muestra en los medios, del mismo modo que quien ejerce el poder prefiere a sus víctimas aisladas y sumergidas en la inoculada convicción de estar viviendo una situación personalísima”. Con su pauta de complicidad pero también con su potencial de visibilización, el abordaje periodístico de las violencias de género ocupa un lugar de importancia en esta obra, ámbito en el que, en general, “el feminismo sigue sin tener buena prensa”. 

Los movimientos por la igualdad de género se inscriben en la metacategoría feminismo, término que hace referencia a una multiplicidad de corrientes y de enfoques, pero que en su conjunto conforman una historia tan rica como poco difundida: “La ausencia en el registro histórico de esa participación tiene sus efectos, el borramiento produce la fantasía de la eterna inauguración porque se desconoce que ya alguien, alguna vez, puso esa piedra inicial y, de este modo, se oculta tanto la antigüedad del sistema como los intentos por cambiarlo”. El presente, con sus logros y sus reivindicaciones pendientes, son fruto de una trama compleja de luchas por la igualdad: el rescate de esta genealogía, junto con una revisión de nociones básicas como ciudadanía, patriarcado, androcentrismo, femicidio y feminicidio, conforman el núcleo conceptual del libro de Hendel.

Además, en el desarrollo de los diferentes capítulos, se aborda en profundidad un conjunto de temáticas: las mujeres como ciudadanas de baja calidad; los usos machistas de la lengua castellana –y las reticencias institucionales a adoptar las transformaciones idiomáticas–; los femicidios: lo laberíntico de las denuncias de violencia machista, las falencias de las estadísticas, el rol del Estado y sus ausencias–; los mandatos y representaciones en torno de la maternidad. Otros ejes centrales son el amor romántico –los celos, la violencia en el noviazgo y en la pareja adulta–; el aborto, su penalización y el precio de no poder decidir; los estereotipos de belleza física como disciplinador social. También se echa luz sobre nuevas masculinidades y nuevos machismos, sustentados en viejas representaciones así como en  construcciones novedosas como el denominado “síndrome de alienación parental”.

Una variedad de violencias físicas y simbólicas son visibilizadas en estas páginas, permitiendo ampliar la mirada al trascender de la anécdota individual hacia la categoría: “Si, para tranquilizarnos, nos ubicamos en el ámbito de lo privado, de lo doméstico o, peor aún, del amor, no tendremos jamás la opción de la justicia, la sanción efectiva y reparadora y el cambio de los paradigmas”. 

Cada capítulo cierra con una historia que alude a la especificidad tratada en cada uno de ellos, relatada por sus protagonistas bajo el formato de entrevista: la periodista Luciana Peker, las familias de Wanda Taddei y Rosana Galliano, ambas asesinadas por sus parejas, Dedé Mirabal, la hermana de las activistas dominicanas exterminadas por la dictadura de Trujillo, brindan algunos de los testimonios incluidos. La autora eligió llamar a esta sección “La historia que nos confronta”, pero fundamentalmente son historias que nos unen y que nos acercan. 

La mixtura de registros que Hendel aplica en estas páginas ofrece párrafos que combinan, por ejemplo, una cita del sociólogo Pierre Bourdieu, con un comentario sobre la publicidad online segmentada y una anécdota personal de la autora. Recuperando una genealogía de la desigualdad y las violencias de género –y de las luchas en contra de ellas–; y con la textura de la narración desde la vivencia personal, la obra en su conjunto aporta claridad conceptual, así como también genera identificación, empatía y emoción. Resulta un punto de partida sólido para abrir debates y nutrir conversaciones posteriores.

Violencias de género. Las mentiras del patriarcado Liliana Hendel Paidós 384 páginas