Miles de españoles convocados por la oposición de derecha y extrema derecha se manifestaron este domingo en Madrid contra la intención del presidente Pedro Sánchez de indultar a dirigentes catalanes condenados por el fallido intento de secesión de 2017.

Entre banderas de España, unas 126.000 personas según la Policía Municipal, se manifestaron en la céntrica plaza de Colón, la misma donde miles de personas se reunieron en febrero de 2019, dos días antes del inicio del juicio a los independentistas.

Del lado de la oposición estuvieron el líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, y el de la extrema derecha de Vox, Santiago Abascal. "Le pido a Pedro Sánchez que tome nota, porque él los va a indultar, pero los españoles no lo van a indultar a él", dijo José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid y portavoz del PP, que juntó firmas contra esta iniciativa.

Todo apunta a que los indultos llegarán antes de agosto. Los conservadores lo consideran una decisión motivada por las necesidades del Gobierno de sumar consenso político en una coalición de socialistas y Podemos, minoritario en el Parlamento y dependiente del separatismo catalán.

"Les pido que tengan confianza. Pido comprensión y magnanimidad porque el desafío que tenemos por delante, sembrar la convivencia, vale la pena", dijo esta semana.

De los 12 condenados, nueve cumplen penas de entre nueve y 13 años de cárcel. Entre ellos está Oriol Junqueras, líder del partido separatista Izquierda Republicana (ERC), aliado clave del Gobierno español en el Congreso.

Con una carta enviada a medios locales, Junqueras dio un respiro al Ejecutivo de Sánchez mostrándose favorable a unos indultos -que despreciaba en un primer momento-, y haciendo autocrítica sobre el intento secesionista de 2017.


"Debemos ser conscientes de que nuestra respuesta tampoco fue entendida como plenamente legítima por una parte de la sociedad", escribió Junqueras, renunciando así al camino unilateral y abogando por un referéndum pactado con Madrid, que el Gobierno rechaza por considerarlo contrario a la Constitución.

El ala más radical del independentismo -donde se encuentra el partido del expresidente regional Carles Puigdemont, quien huyó a Bélgica- no renuncia sin embargo a la vía unilateral y es inflexible en su reclamo de amnistía para los condenados, postura que el Gobierno no contempla.

A diferencia de la manifestación de la derecha en 2019, cuando Casado, el presidente de Vox, Santiago Abascal, y el entonces jefe de los liberales de Ciudadanos, Albert Rivera, posaron en una foto conjunta, esta vez nadie quiso repetir la imagen.

Con Rivera fuera de la política y Casado luchando por no verse eclipsado por Vox ni por el empuje de la presidenta regional madrileña Isabel Díaz Ayuso, hoy no hubo foto.