El gobierno de la provincia de Buenos Aires acaba de plantearle un gran problema a la oposición: mientras anuncia que ya inoculó a 5 millones de personas con la primera dosis contra la covid, y sigue gestionando la compra de más vacunas que irán a todo el país, acaba de deslucir una de las principales banderas electorales de Juntos por el Cambio: la del clamor por la presencialidad. Desde hoy regresan a las aulas del Conurbano y de una cantidad de distritos que pasaron de fase dos a fase tres (riesgo alto en lugar de alarma sanitaria) los chicos y chicas de incial, primaria y secundaria que conforman un 80 por ciento del total de la población estudiantil de la provincia. Con el "abran las escuelas" mayoritariamente venido a menos en los hechos, los intendentes opositores optaron ahora por el novedoso pero no exento de fuerza de slogan "no nos discriminen"

La nueva consigna apareció el lunes en la arenga piquetera de Javier Iguacel, en su rol de intendente de Capitán Sarmiento, cuando llamó a "empezar la rebelión educativa" saliendo a cortar las rutas para pedir por la presencialidad. Y continuó ayer en Junín, en un acto en el que se puso en marcha la estación central de bombeo cloacal de la ciudad. Allí fue Axel Kicillof, y hasta allí se acercó un grupo de Padres Organizados Junín a expresar su descontento con bocinazos que llegaron a escucharse desde el acto. “Prefiero sacrificar actividades y no sacrificar vidas”, les respondió el gobernador. También se vio alguna bandera por las clases presenciales en un "camionetazo" que se acercó a otro acto en Pergamino (ver aparte), en este caso mezclada con el reclamo de "productores rurales en defensa de la República". 

El retorno a las aulas fue mayoritariamente acompañado por los gremios nucleados en el Frente de Unidad Docente Bonaerense. Desde el lunes los directivos de las escuelas de los diferentes distritos se están organizando; algunas regresan a la presencialidad hoy, otras se toman estos días para ajustar la vuelta y repensar los agrupamientos de los chicos y reabren las aulas el martes próximo, luego del feriado. La asamblea multicolor de Suteba La Matanza (PO/PTS) fue la única que hasta el momento rechazó la presencialidad y decidió un paro de 48 horas, hoy y mañana. 

En el resto de los casos, los masivos envíos de turnos de vacunación del fin de semana bajaron el tono de las primeras críticas o reservas (los gremios hoy manejan el dato de que en la provincia no hay docentes inscriptos que no hayan recibido aún su citación a vacunarse). Se suma el anuncio de que volverán con 33 mil medidores de dióxido de carbono instalados en las escuelas, y de un "plan de vigilancia epidemiológica activa" con testeos muestrales a docentes y auxiliares para la detección de asintomáticos.

Los que sí alzaron la voz, ahora con el hashtag de la discriminación, fueron los intendentes opositores cuyos distritos quedaron en fase dos. "Mientras Trotta nos cuenta cómo la falta de presencialidad profundizó la desigualdad entre los chicos, Kicillof mantiene las aulas cerradas en casi todo el interior de la provincia. Abran las escuelas del interior", reclamó Jorge Macri, ya proyectado en la interna opositora. "¿Ustedes creen que La Matanza tiene mejores condiciones para abrir las clases que Puan, por ejemplo? En La Matanza hay clases y en Puan, no. Me parece una inequidad total y por eso hemos hecho el reclamo", les dijo a los bahienses Héctor Gay

"Nosotros pudimos ver que la presencialidad no generó cambios en los contagios. Nuestra ciudad está siendo discriminada. Pero yo no lo voy a politizar, voy a dialogar", sumó desde Mar del Plata Guillermo Montenegro. "En lugar de escuchar a los intendentes, evaluar cada sistema de salud local y corregir el injusto sistema para contar la cantidad de casos cada 100 mil habitantes, siguen patoteando", se quejó Guillermo Britos, desde Chivilcoy. Iguacel subió la apuesta y denunció "genocidio educativo". 

"No se entienden las polémicas. Nosotros hicimos siempre lo mismo. Lo que dijo (el ministro Nicolás) Trotta, lo que establece la normativa nacional, lo que determina la Dirección General de Escuelas. Aplicamos la ley a rajatabla. Pueden volver a la presencialidad aquellos distritos que tengan menos de 500 casos y es exactamente lo que hicimos. Aplicar la ley tal como está prevista", acusó ayer el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco.

"Le quiero decir a Iguacel que cortar rutas es un delito grave. Le pediría que se dedique a cumplir los protocolos y seguramente van a bajar los casos y pueda pasar a fase tres. Que un intendente esté instigando a que se cometa un delito y un fiscal no le presente una denuncia de oficio, me parece raro", acusó directamente. 

Junín suspendió la presencialidad el 17 de mayo. Su incidencia actual es de 879 casos cada 100 mil habitantes (tiene que haber menos de 500 para cambiar de fase). Capitán Sarmiento tiene clases virtuales desde el 26 de mayo. Su incidencia es de 797 casos. Bahía Blanca suspendió las clases presenciales el 6 de mayo, y es el distrito que más cerca está de volver a la presencialidad, con una incidencia que bajó a 510 (aunque la ocupación de camas, otro parámetro que se tiene en cuenta, está al borde en la ciudad). General Pueyrredón y Chivilcoy suspendieron el 26 de mayo. En el conurbano, mientras tanto, no hay clases presenciales desde el 16 de abril.

"Esta postura tiene patas cortas. Ninguno dijo que había discriminación cuando se cortó la presencialidad en el conurbano, mientras ellos seguían en las aulas", acusan desde el Gobierno provincial. Aseguran además que, si bien no ha habido reuniones, han estado al habla en estos días con cada uno, "explicándoles lo que saben de memoria". "Los parámetros objetivos no han cambiado. Los que cambian el eje cada vez que se les demorona una denuncia, son ellos. Nosotros no nos vamos a apartar de esta línea de trabajo", dicen.