El seleccionado argentino logró su primera victoria en la Copa América, en el duelo ante Uruguay, aunque todavía no termina de conformar con su juego. El equipo ofreció los mismos vaivenes que viene mostrando en todas sus presentaciones, y continúa en la búsqueda del ideal colectivo.

El inicio: Argentina comienza los encuentros acorralando a sus adversarios, y cumple actuaciones convincentes sobre todo en los primeros 25 minutos. El tiempo que se fue encima de los uruguayos fue ese, y a partir de ahí comenzó a cambiar su postura. El plantel le cedió la pelota al conjunto de Tabárez, y eso le fue imprimiendo un retroceso peligroso en su propio terreno.


Los motivos: la irregularidad es un punto determinante, y el técnico Lionel Scaloni lo tiene claro. Por ese motivo, presentó variantes en los laterales, con la intención de conseguir mayor presencia defensiva, pero al mismo tiempo apariciones por sorpresa por los costados. Molina ingresó por Montiel y Acuña por Tagliafico, aunque ninguno pudo plasmar confiabilidad.

Molina y Acuña no fueron los únicos que tuvieron inconvenientes, sino que algunos de sus compañeros también exhibieron momentos buenos y de los otros. En el mediocampo fue el sector donde no se terminaron de conectar entre los protagonistas, y el circuito de ataque se limitó a lo que podía construir Messi.

La diferencia: en relación a lo que venía sucediendo en los partidos anteriores, Argentina pudo defender el resultado para lograr los tres puntos. En esta oportunidad lo hizo un poco más lejos del área de Emiliano Martínez, y eso le permitió no pasar sobresaltos con dos delanteros temibles como Suárez y Cavani.

Lo que le venía ocurriendo anteriormente era que se retrasaba demasiado, y dejaba avanzar a su rival hasta la puerta del área. Uruguay no estuvo preciso en los últimos metros, y eso lo terminó beneficiando a Argentina. Como a los uruguayos le faltó un armador clásico, sus hombres de punta no fueron bien abastecidos. Si bien tuvo alguna situación aislada para convertir, Argentina se ocupó mejor de que los uruguayos no tengan espacios claros para rematar al arco.

La aspiración: el primer tiempo que jugó Argentina ante Colombia, por las Eliminatorias Sudamericanas, puede ser el objetivo de mínima. La superioridad del equipo fue muy evidente ese día, y también lo selló en el resultado logrando dos goles de ventaja. Lo que llegó más tarde es conocido. Por ello, para intentar prevalecer ante el principal candidato en esta Copa, Brasil, necesitará recuperar ese fútbol y sostenerlo en un partido completo. Si lo consigue estará en el camino correcto.