A casi 14 años de sucedidos los hechos, el juez federal de Catamarca, Miguel Ángel Contreras, dictó la prisión preventiva y un embargo de 100 mil pesos para Gabriel Fernández (43), acusado de captar y explotar sexualmente a una joven salteña de 21 años entre los años 2007 y 2008 en diferentes “whiskerías” del país, entre ellas, una ubicada en la localidad de Recreo, Catamarca. Sus cómplices, ambos catamarqueños, fueron condenados por el mismo hecho en 2017. Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Trata de Personas.

La prisión preventiva fue confirmada por la Cámara de Apelaciónes en lo Federal de Tucumán. Fernández fue imputado por el delito de trata de personas agravado por el número de participantes, en el marco de la Ley de Trata, 26.364, dictada en 2008, que es la que regía al momento de la denuncia. Para su detención, se argumentó que al trabajar como camionero, “es habitual que recorra el país durante lapsos prolongados" y que eso "podría dificultar tanto notificaciones como probables detenciones que se puedan dictar en el proceso" si "se encontrara en libertad, por lo que es una pauta objetiva de peligro de fuga”.

En 2007 Fernández habría actuado en complicidad con los hermanos Nelssy y René Marchissio, ambos dueños de la entonces whiskería “Las Vegas”, conocida también como “La Escuelita”, ubicada en Recreo. Su rol, dentro de la banda de tratantes, habría sido el de enamorar a la sobreviviente como medio para captarla y obligarla a prostituirse.

La denuncia del caso fue realizada por la madre de la víctima, quien sospechaba de que su hija estuviera siendo víctima de algún delito. Sin embargo, la investigación que logró detener a los hermanos Marchissio demoró hasta 2012. En ese lapso, la joven, que había intentado escaparse en repetidas oportunidades, lo había logrado en 2008, pero no había querido volver a su casa porque temía por el bienestar de su familia, dado que una de las amenazas apuntaba a provocarle daño a sus parientes.

El primer juicio se concretó ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca en 2017, y los hermanos fueron condenados a 7 años de prisión. Sin embargo, Fernández no pudo ser sentenciado ya que permanecía prófugo y recién fue detenido este año.

Un derrotero de explotación 

Al momento de declarar la sobreviviente narró que a principios de 2007 se fue a la localidad de Américo Pineda, en Santa Fe, convencida por una amiga de apellido Frías. Ahí trabajó en el boliche “Pantera” y Frías le presentó a Fernández, con el cual inició una relación sentimental. Luego de manipularla y enamorarla, el hoy imputado, la convenció para que fuera a trabajar a Recreo.

En este lugar, la joven era obligada a compartir tragos y tener relaciones sexuales con los clientes. Para lograr su impunidad, Fernández le había quitado el celular y le dijo que no se podía ir a menos que pagase $50.000 por su libertad, amenazándola además con que, en caso que intentara escaparse, iba a matar a su madre.

La joven pudo hablar con su madre luego de tres meses de estar en ese sitio, pero tuvo que hacerlo en presencia de los hermanos Marchissio, que cuidaban que no dijese nada que pudiera involucrarlos.

Con el tiempo, y aduciendo que no hacía suficiente dinero, Fernández se la llevó a un local ubicado en Cruz Alta, Córdoba, donde debía realizar el mismo trabajo que en Recreo. Así, comenzó un derrotero de traslados por diferentes whiskerías ubicadas en Buenos Aires, Córdoba y nuevamente Catamarca.

En 2008, estando en Buenos Aires, el dueño del local del momento le pagó un dinero que le debía y que Fernández no pudo quitarle. Así, logró escaparse, alquiló una pieza y se puso a trabajar, pero evitó comunicarse con su familia para protegerlos.

Durante el debate, la joven relató también que era golpeada y que tuvo un problema de salud como consecuencia de trabajo sexual que le obligaban a hacer. Además, aclaró que no pudo denunciar ella misma lo sucedido porque tenía miedo y aunque ya estaba fuera de la red, Fernández la seguía amenazando.

Día mundial

En el marco del Día Mundial de lucha contra la Trata de Personas, la Dirección Operativa del Comité Ejecutivo, a cargo de Yvana Monferran,  delegada Nacional por Catamarca, propuso diferentes ejes de trabajo para el fortalecimiento institucional y toma de conciencia de éste flagelo.

“A través de una verdadera federalización en el abordaje de la trata de personas en sus diversas manifestaciones los delegados regionales de las distintas provincias hacen de este día un evento que nos acerca y nos permite intercambios fructíferos. Nuestro propósito es y será que la trata de personas sea definitivamente un tema del pueblo”, señaló Monferran al respecto.

Entre las propuestas, se convocó a una pegatina en calles céntricas de la línea 145, que es la que dispone Nación para denunciar casos de trata de personas. Para mañana 31, se anunció una capacitación sobre prevención de la trata de personas,  que se realizará bajo la modalidad virtual.