En un acto por el 171º aniversario de la muerte del General José de San Martín, que se llevó a cabo en el partido homónimo de la provincia de Buenos Aires, el presidente Alberto Fernández realizó un reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras esenciales por su rol durante la pandemia y recordó, marcando un contraste con la oposición, que "en 1800 también había dos formas de ver el país". "Tenemos la tranquilidad que San Martín miraba al país igual que nosotros, creyendo en la unidad latinoamericana, creyendo en el esfuerzo conjunto", aseguró.

"San Martín es una figura que deberíamos seguir porque es un ejemplo de entrega, de dedicación. En la lucha y en la paz", destacó Fernández luego de hacer un recorrido por la carrera del militar y de cómo su gesta patriótica se entrelazó con la de Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes. "Cuando llegó la paz después de la victoria en Perú, San Martín no quiso disfrutar de ningún cargo ni buena posición. Güemes murió abandonado en un catre y Belgrano murió pobre, muy lejos", repasó. 

Ese espíritu, añadió Fernández, "yo le he visto vigente en este tiempo tan horrible que nos tocó gobernar. Lo vi con los hombres y mujeres del Ejército, de la Fuerza Aérea, cómo se dedicaron y entregaron en los momentos más difíciles para apoyar a los argentinos a enfrentar a un enemigo invisible que no se combatía a balazos. Llamaron a esa operación Manuel Belgrano. Por eso, a los hombres y mujeres de las Fuerzas armadas: mi eterna gratitud".

También agradeció "a los hombres y mujeres de la salud, médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, terapistas, por todo lo que tuvieron que pasar en este tiempo", reconocimiento que extendió al ex ministro de salud bonaerense Daniel Gollan, "que codo a codo con nosotros estuvo peleando para poner de pie un sistema de salud que en otros tiempos abandonaron". 

 "Se cambiaba a San Martín por una ballena"

Esos tiempos, señaló el mandatario en referencia a la presidencia de Mauricio Macri, eran años donde "se cambiaba a San Martín por una ballena (en los billetes), tiempos donde no tenía sentido construir hospitales y universidades ni desarrollar la ciencia y tecnología, y tenía más sentido, en cambio, que una empresa se convirtiera en una importadora en vez de seguir produciendo. Tiempos donde tuvo mucho más sentido jugar financieramente apostando a la suba y baja del dolar, de las acciones, de los títulos, que darle trabajo a todos ustedes y todas ustedes".

"Quedate tranquilo que San Martín muy pronto va a estar en nuestros billetes", le dijo el presidente en medio del acto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que minutos antes había cuestionado al macrismo por "sacar a San Martín de los billetes y reemplazarlo por un animalito como si debiéramos no recordar a nuestros patriotas". Al militar, confirmó Fernández, "lo van a acompañar en los billetes Belgrano, Güemes y Juana Azurduy", entre otres.

"Allá por el 1800", continuó volviendo a la época en que estos hombres y mujeres  lucharon por la independencia argentina, "también había dos formas de ver el país". "Tenemos la tranquilidad que San Martín miraba al país igual que nosotros, creyendo en la unidad latinoamericana, creyendo en el esfuerzo conjunto", celebró.

San Martín, aseguró el presidente, "hubiera sido parte de ese ejército que montó hospitales móviles a lo largo del país para atender a los que lo necesitaban. Hubiera sido parte de esas vacunadoras y vacunadores que traen tranquilidad a todos los argentinos, hubiera estado peleando al lado de los más pobres y necesitados como lo estuvo Vicky (Tolosa Paz) en su pelea contra el hambre, con la tarjeta alimentar, llevando auxilio a los que la pandemia dejaba sin opciones". 

"Y hubiera estado con nosotros diciéndole a los argentinos 'seamos libres, no lo manden a Alberto a arreglar cualquier cosa con el fondo, déjenlo que negocie con dignidad, déjenlo que negocie para que la Argentina sea libre'", añadió. 

"Seamos libres, lo demás no importa nada. Y estemos unidos, porque unidos somos invencibles", concluyó, citando al general en el día de su muerte.

El mandatario nacional estuvo acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y por el intendente del Partido de San Martín, Fernando Moreira, entre otros funcionarios y dirigentes.

San Martín, "una figura de magnitud continental"

"Estamos ante una figura de magnitud como mínimo continental", remarcó Axel Kicillof al comienzo del acto. "San Martín entendió que la suerte de Argentina está atada a la suerte de los pueblos hermanos latinoamericanos" y hoy "lo recordamos por la unidad latinoamericana", porque es necesario que "en medio de la pandemia los que cavan la grieta tengan presente que de los grandes problemas salimos con unidad, entre todos y entre todas".

San Martín, repuso a su turno Fernández, "fue un hombre inmenso que inició su carrera militar en España de chico y cuando supo que Argentina, después de 1810, quería independizarse, inmediatamente dejó el ejército español y se vino a construir el ejército a nuestro país". 

Su carrera estuvo muy ligada a la de Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes, porque "cuando Belgrano no pudo seguir con el Ejército del norte (para frenar a los realistas), San Martín se hizo cargo. Y buscó en un lugarteniente de Belgrano a quien lo ayudara, quien se hiciera cargo de su estrategia, porque ya había advertido él que lo que se logró en 1810 no alcanzaba para la independencia que se estaba buscando y que no iba a poder lograr eso por tierra". 

Entonces, siguió el presidente, "se le ocurrió una idea que para muchos fue muy alocada: cruzar Los Andes, liberar Chile, embarcarse y llegar por el Pacifico a Perú. Pero mientras él navegaba, ¿quién cuidaba esa frontera norte? Fue ahí que buscó en un lugarteniente de Belgrano a quien pudiera hacerse cargo. Y así encontró a Don Martín Miguel de Güemes". 

Güemes fue un "hombre inmenso" que murió a los 36 años y "dejó una impronta en la historia de nuestra patria como pocos otros han dejado", subrayó. "Se murió con una dignidad asombrosa porque en una noche alguien del Ejército Realista lo descubrió y en la oscuridad le disparó y le causó una herida que lo tuvo varios días agonizando hasta que la muerte lo atrapó".

En esos días de agonía, "los realistas le ofrecieron: ‘rindansé y lo curamos’. Y entonces Güemes se reunió junto a su principal lugarteniente y les hizo jurar a todos que iban a seguir su lucha contra el realismo como él se había comprometido con San Martín. ¿En qué consistía esa lucha? En hacer una suerte de guerra de guerrillas: atacar y esconderse. Don Martín Miguel de Güemes murió cumpliendo las instrucciones que San Martín le dio. Y su ejército de gauchos, Los Infernales, cumplieron al pie de la letra el mandato que les dio en su lecho de muerte. Y garantizaron que por el norte ninguna tropa realista avanzara".

Mientras Güemes hacía eso, "¿dónde estaba San Martín?", lanzó el presidente apelando al conocimiento histórico de los presentes. "Liberando Perú", respondió, antes de recordar la visita que sobre finales de julio de 2021 hizo al país latinoamericano para asistir a la asunción del presidente Pedro Castillo y celebrar los 200 años de la independencia de Perú en Ayacucho, "en el mismo lugar donde peleó San Martín". 

A los 45 años, luego de liberar Chile, Perú y Argentina, San Martín volvió a Europa y nuevamente dejó al país una gran lección, cerró Fernández: "él no quiso volver en la guerra de unitarios y federales porque no quería usar su espada para herir a un argentino", otra muestra "de que era posible hacerse en unidad".