Miles de personas se manifestaron el sábado en Washington, Houston, Atlanta y decenas de otras ciudades estadounidenses para defender el derecho al voto de las minorías, amenazadas según los organizadores de las protestas por leyes aprobadas este año en varios estados conservadores.

La fecha de estas movilizaciones no fue elegida al azar: fue el 28 de agosto de 1963 que ante cerca de 250.000 personas, Martin Luther King lanzó su "Tengo un sueño", un discurso que se ha convertido en referente en la lucha por los derechos civiles.

"Haremos historia"

"Haremos historia llevando la antorcha de la justicia que mi padre y tantos otros llevaron" hace 58 años, prometió su hijo, Martin Luther King III, antes de pedir a la multitud no abandonar el combate por la igualdad en las urnas. "Son ustedes los que cargan ese sueño y ha llegado el momento de realizarlo", dijo a los manifestantes, menos numerosos que en 1963.

Alrededor de 20.000 personas se reunieron en Washington, según los organizadores. La policía no dio una cifra. Alzando pancartas con consignas como "derecho al voto para todos" o "el voto es sagrado", los manifestantes desfilaron bajo el calor húmedo de la capital federal, desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, sede del Congreso.

"Siento que hemos retrocedido en el tiempo", dijo Rikkea Harris, una estudiante de 25 años que viajó desde Colorado para participar en la protesta. Junto a él, su padre, Rickey Harris, de 65 años comentó: "es necesario que todos contribuyan para intentar anular estas restrictivas leyes electorales".

Límites

El Congreso aprobó la Ley de  Derechos Electorales en 1965, que prohíbe medidas discriminatorias en ese plano. Pero algunos estados han continuado, con medidas a menudo muy técnicas, limitando el acceso a las urnas a las minorías, especialmente a los afroestadounidenses, que votan principalmente por los demócratas.

Este proceso se ha acelerado recientemente en los estados republicanos en el contexto de acusaciones no probadas de fraude electoral masivo formuladas por el exmandatario Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020. 

Desde enero, al menos 18 estados han aprobado 30 leyes electorales restrictivas y decenas más están bajo revisión, según el centro de estudios Brennan Center for Justice. Las normas varían según los estados, desde la obligación de tener una dirección para inscribirse en listas electorales hasta la prohibición de votar desde el automóvil en plena pandemia.

Leyes racistas

Son leyes racistas y antidemocráticas, denuncian los organizadores de las protestas del sábado, que exigen que el Congreso tome cartas en el asunto. La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, adoptó dos proyectos de reforma electoral este año que apuntan a limitar esas restricciones, pero los textos no tienen de momento ninguna oportunidad de superar el bloqueo republicano esperado en el Senado.

Miles de personas se reunieron el año pasado en Washington para conmemorar esta fecha aniversario y reclamar el fin de las violencias policiales contra los afroamericanos, durante una manifestación marcada por el recuerdo de la muerte de George Floyd en mayo de 2020. "Un año más tarde estoy decepcionado", sostiene Rickey, porque "parece que vamos en la dirección equivocada".