La Deriva Teatral que ofrece por estos días el Centro Cultural Parque de España tiene por protagonista a la dramaturga y narradora Patricia Suárez. El homenaje se enmarca en el ciclo Antologías de la escena rosarina, que comenzó ayer con la primera de las funciones de La dificultad (hoy también a las 20 en Teatro La Comedia, dirección de Eduardo Ceballos); continúa el fin de semana próximo con El escorpión (sábado 18 a las 21 y domingo 19 a las 20 en Teatro La Comedia, dirigida por Claudio Aprile); el estreno de la audioserie Seudónimo masculino, coproducida con Radio Universidad Rosario (dirección actoral de Ofelia Castillo y dirección sonora de Martín Parodi); y el seminario de lectura y escritura dramática Los sueños, sueños son, dedicado al teatro del Siglo de Oro Español, a dictarse –en octubre y noviembre– entre Suárez y la docente, poeta y actriz española, Rocío Muñoz Vergara.

“Es lo que hago y espero seguir haciendo, ojalá me dure siempre”, dice sobre su escritura Suárez a Rosario/12. “Empecé escribiendo narrativa y en el 2000 lo conocí a Mauricio Kartun, cuando fue a dar clases a la Escuela Provincial de Teatro. Ahí empecé a escribir teatro. Lo escribo mucho porque creo que es el género donde estoy más cómoda, me da placer, y porque hay una vibración al ver en el cuerpo del otro cómo pasa el texto”, continúa. 

Hace meses, Suárez incursionó en la actuación en el Teatro Gala de Washington DC con el musical Ella es tango, a partir de textos propios e interpretando a Tita Merello. “Fue por casualidad –admite– porque el director de la obra, Hugo Medrano, quería que fuéramos argentinos genuinos. Yo escribí solo cuatro escenas, 20 minutos dentro de un musical que dura dos horas. Como no encontraban una argentina para hacer de Tita, me preguntaron si me animaba. La verdad que siempre le rehuí a la actuación, lo único que sé es por haber ido a ensayos y gracias a mis actores. Pero bueno, probé y sin ilusiones. Y salió fantástico. Ahí descubrí otra conexión con el público, que no te la puedo explicar, es casi táctil lo que se forma en el aire entre la gente que está sentaba y vos. Me tienta mucho, pero la verdad que me resulta muy desgastante y angustioso el proceso, porque nunca sé si voy a llegar a aprenderme la letra, a poder decirla; aun cuando pudiera estar acostumbrada a dar clases en un auditorio donde tenés que ver cómo responde el participante, interpretar no es lo mismo”.

Si bien Suárez dice no tener “el berretín de la actuación”, lo cierto es que  el elenco de El escorpión la cuenta entre sus intérpretes, junto con Alejandro Viola y Marisa Costas. “Es un desafío enorme, porque lo de Tita era un monólogo, pero en El escorpión no les puedo fallar a mis compañeros, tengo que saber bien la letra para que ellos puedan actuar y lucirse (risas). Por otro lado, también porque es mi propia abuela a la que interpreto. Esta historia ocurrió cuando ella tenía alrededor de 40 años y no cuando la conocí. Ella era una santa y yo tengo un carácter fuerte, así que fue fabricar un personaje que tampoco es la abuela que había escrito. Fue un desafío raro, es una historia más o menos verdadera, en donde la verdad está tamizada por la ficción o la ficción está tamizada por la verdad. Una nunca sabe cuánto hay de ficción en las cosas que te contaron”.

En El escorpión aparece el tema de la herencia familiar, en la Santa Fe de los colonos italianos, mientras que en La dificultad –con las actuaciones de Julio Chianetta, Andrea López Mediza, Hugo Bruschini y Emilia Sánchez– la historia tiene su origen en otro relato también situado en la provincia. “No puedo decirte quién me la contó ni dónde ocurrió, por miedo a que me enjuicien (risas). Llegué a conocer a uno de los protagonistas verdaderos de la historia, alguien que se tentaba todo el tiempo, su dificultad era que no podía explicarse sin reírse. Los otros dos hermanos eran tartamudos y a la madre le decían ‘la muda’. Me lo contaron como algo natural, ¡pero no es natural! La tartamudez no es genética. Empecé a averiguar y apareció una historia, a la que le inventé un moño para que cerrara. Son nuestras historias, las del campo gringo de alrededor de Rosario”.

Acerca del seminario dedicado al Siglo de Oro Español, Suárez explica que “hay una cantidad de obras vastísima, y como argentinos no conocemos y no nos interesamos; por un lado porque es teatro en verso y se interpreta de otra manera, le prestamos mayor atención a la escuela que viene más de la interpretación de la memoria emotiva. La gente hace Shakespeare en Argentina, pero Shakespeare también estaba en verso, era contemporáneo al Siglo de Oro. Como se trata de nuestra lengua sería bueno que nos interesemos más, y ésa es la labor que nos toca con Rocío (Muñoz Vergara), ella va a trabajar con la lengua, la métrica del momento en que fue hecho, cuando se producían tantas obras así como hoy Netflix produce series. Mi parte refiere a la dramaturgia, cuando Lope de Vega cuestiona las normas de Aristóteles y crea una nueva forma de escribir teatro. Voy a intentar contar un poco ese pasaje y dar cuenta de la estructura, porque creo que es ella la que nos aclara la cabeza, para que escribir no esté llevado solamente por la mística de la creación o la inspiración”.

En otro orden, la audioserie Seudónimo masculino indagará en el tema de “las mujeres que empiezan a firmar con su propio nombre”. “Si la mujer escribía, lo hacía utilizando seudónimos masculinos, o en su defecto las iniciales y el apellido. La idea fue la de trabajar una comedia, en donde un rosarino escribe una obra de teatro donde el Don Juan vuelve y se arrepiente. Aparece así este personaje que es españolísimo, pero atrás suyo viene persiguiéndolo un personaje que es una especie de condensación de las mujeres burladas por él”. 

Mientras tanto, la serie basada en Las polacas espera su momento de estreno, cada vez más próximo. “Ya se terminó de grabar y se está editando. La dirige Damián Ciampechini, son 6 episodios donde aparece la historia de la trata de blancas de la década del ‘30 por la Zwi Migdal en Rosario, junto a la cruzada con la mafia de aquel entonces, con Chicho Grande y Chicho Chico, y unos griegos que yo me inventé. Esperamos que pueda ser vista hacia fin de año, está en tratativas con las plataformas”, concluye.