El 21 de septiembre el sacerdote Dardo Olivera, será careado con la sobreviviente y su madre, en el marco de la causa que tiene como imputado por los delitos de abusos sexual simple y abuso sexual con acceso carnal agravados por su condición de ministro de culto al cura Moisés Pachado.

Estas serán las últimas pericias que se incorporarán en el expediente antes de dar por concluida la investigación y elevarla a juicio, según señaló el querellante Sebastián Ibañez.

Pachado, fue denunciado en diciembre de 2018 por una joven de 30 años, quien aseguró que desde sus 9 años el sacerdote abusó sexualmente de ella de manera continuada, cuando vivía en la localidad de Hualfín del departamento Belén. Sin embargo, y debido a que habían pasado 19 años del hecho, el defensor del sacerdote, Roberto Mazzuco, inmediatamente solicitó el pedido de prescripción.

El Juez de Garantías de Belén, como posteriormente la Cámara de Apelaciones y Exhortos, y por última la Corte de Justicia de Catamarca, no hicieron lugar a ese pedido y ordenaron que la investigación continúe.

En julio el expediente fue devuelto a la fiscal Mariana Villagra quien, tras solicitar lo aconsejado por los magistrados intervinientes, solicitó además estos careos. Según confirmó Ibañez, la sobreviviente cuando tenía alrededor de 13 años, y Pachado había sido designado Vicario de la Catedral Nuestra Señora del Valle en la ciudad de Catamarca, se acercó al cura Olivera (quien había sido trasladado a Belén para suplir a Pachado) y le contó sobre los abusos.

En aquel momento Olivera se habría escandalizado y luego de hablar con la madre de la joven, le prometió que comunicaría lo sucedido al entonces obispo Elmer Miani. Sin embargo, nada sucedió. Cuando Olivera fue llamado a declarar en el marco de la causa negó que la sobreviviente se hubiera confesado con él y dijo no recordar nada. Es por esta razón que la fiscal decidió el careo.

Ibañez, adelantó que esa sería la última pericia decretada en el marco de la causa y que tras su realización más allá del resultado, la investigación penal preparatoria debería cerrarse y la causa ser enviada a juicio. 

“Las pericias psicológicas y psiquiátricas son determinante, tanto en lo que respecta a las características de manipulación, narcicismo y otras cuestiones que hablan de la personalidad del agresor, como cuando establecen que mi defendida sufre de estrés postraumático producto de haber sido víctima de abuso sexual infantil. Además hay otras pruebas que son contundentes. Estamos hablando que Pachado podría ser condenado a una pena de entre 12 y 20 años de prisión”, señaló.

Denuncia

En su momento, la sobreviviente contó que no se había animado a hablar antes “porque la Iglesia siempre tuvo mucho poder, sobre todo en estos pueblos pequeños, era muy difícil poder alzar la voz contra un sacerdote”. Su primera acusación fue pública, en su perfil de Facebook, y posteriormente pido hacerlo en la justicia.

“Por la edad que tenía cuando sucedieron los abusos no contaba con las herramientas necesarias para interpretar lo que estaba sucediendo. Sabía que algo estaba mal porque lo sentía en mi cuerpo, pero tampoco podía hacerlo por las amenazas que sufría de parte de él”, relató.

Para la concreción de estas nuevas pericias, la joven deberá enfrentarse nuevamente a los recuerdos que la escoltan desde hace 21 años. 

Pachado tiene una imputación similar a Juan de Dios Gutiérrez, el sacerdote catamarqueño condenado este año a 14 años de prisión por abusar de una adolescente en el mismo departamento Belén.