La comunidad de uruguayos residentes en Cuba rechazó las "expresiones injerencistas" respecto a la isla del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, durante la sexta cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada en México. El sábado Lacalle Pou había criticado a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela por "no respetar los derechos humanos". Sus palabras motivaron una dura respuesta del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien le adjudicó un "desconocimiento de la realidad" y le recomendó que "escuche a su pueblo" luego de la exitosa campaña de la oposición para convocar un referéndum a fin de eliminar artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), regresiva en términos económicos y sociales.

"Disfrutamos de derechos que muchos quisieran tener"

"Las groseras y falsas acusaciones allí expuestas por él nos avergüenzan", subrayó la nota de los residentes uruguayos en Cuba, en relación a las palabras de Lacalle Pou en México. Criticaron la falta de respeto del mandatario "hacia un pueblo y su gobierno que nos ha acogido como hijos" y agregaron: "Disfrutamos de derechos que muchos seres humanos en el mundo quisieran tener".

El comunicado divulgado en la cuenta de Facebook del exembajador de Uruguay en Cuba, Eduardo Lorier, reconoce que Lacalle Pou "no habló en nombre del pueblo uruguayo, el cual es amigo y hermano del pueblo cubano" y concluye con un mensaje a Cuba de "nuestro permanente respeto y agradecimiento".

Las palabras de Lacalle Pou también tuvieron eco en la oposición uruguaya. El diputado del Frente Amplio, Daniel Caggiani, sostuvo que "hace muy mal el presidente  en confundir su posición personal o partidaria con la posición de nuestro país en un foro regional como la Cumbre Celac 2021". La también legisladora Bettiana Díaz tuiteó que "debe ser mentira que al presidente Lacalle Pou le está dando la cara para dar clase de respeto de los Derechos Humanos en la Cumbre Celac, mientras esto está pasando en las cárceles uruguayas". Díaz se refirió al caso de un detenido al que otros reclusos mantuvieron secuestrado durante 40 días en una celda, desnudo, sometido a torturas y en estado de desnutrición.

Los cruces durante la cumbre

Las fricciones en la reunión de la Celac empezaron cuando el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, afirmó que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. "Le digo al presidente de Paraguay: ¡ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América latina! ¡Ponga usted, presidente Lacalle, la fecha y el lugar!", respondió Maduro ante el pleno.

En sintonía con su par paraguayo, Lacalle Pou dijo que participar en la cumbre no significaba ser "complaciente" con países donde "no hay una democracia plena, se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores". En su discurso durante la sexta cumbre regional, el líder de derecha sostuvo: "Vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela".

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró que la palabra de Lacalle Pou "denota su desconocimiento de la realidad". Además le aconsejó a su par uruguayo que "escuche a su pueblo, que juntó más de 700 mil firmas contra la LUC" que Lacalle Pou "impuso y que cambió las condiciones para ajustar precios de combustible, desalojo, disminuir el rol de las empresas públicas y modificar el proceso penal".

Para Díaz-Canel, se trata de "un paquete o un paquetazo neoliberal". "Con el neoliberalismo lo que se ha multiplicado es la inestabilidad, la especulación, la deuda externa, crisis financieras más frecuentes, pobreza, desigualdad... y un abismo entre el norte opulento y el sur desposeído", agregó el primer secretario del Partido Comunista cubano.

"En mi país por suerte la oposición tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano", le respondió Lacalle Pou al ejercer su derecho a réplica, leyendo un fragmento de la canción "Patria y vida", un himno de las históricas protestas de julio en Cuba. "Parece que el presidente Lacalle tiene muy mal gusto musical. Esa canción es una mentira y una construcción entre algunos artistas en contra de la Revolución Cubana", fue la lapidaria respuesta de Díaz-Canel.