David Simon, el creador de la serie The Wire, decidió no filmar en Texas un proyecto para HBO como lo había planeado, por tratarse de un estado provida: tiene la ley de aborto más estricta del país, en vigencia desde este mes. El productor y guionista, periodista también, argumentó la decisión en su cuenta de Twitter. "Como empleador esto va más allá de la política. No puedo ni quiero pedirle al elenco y al equipo femenino que renuncie a libertades civiles para filmar allí", escribió, y aclaró que no pretende "hacer un boicot".

Según contó también en esa red social, el próximo mes entregará los guiones de una miniserie de no ficción basada en hechos reales y ambientada en Texas. No se conocen detalles del proyecto. Tampoco fue oficialmente anunciado, por lo que no está claro si está confirmado. Hubo una respuesta de la Oficina de Industrias Creativas y Cinematográficas de Dallas a las expresiones de Simon: "Las leyes de un estado no reflejan a toda su población. No traer una producción a Dallas sólo sirve para privar aún más de sus derechos a los que viven aquí. Necesitamos talentos y creativos que se queden".

El artista sintió que sus declaraciones fueron malinterpretadas "por completo". "Mi decisión no tiene sus raíces en ningún debate sobre la eficacia política ni pretendo hacer un boicot. Mi responsabilidad singular es asegurar y mantener las libertades civiles de todos aquellos a quienes empleamos durante el curso de una producción", aclaró. Y graficó: "Si uno de nuestros empleados necesita tener el control total de su propio cuerpo y sus propias elecciones pero una ley se lo niega y lo criminaliza, pensaría que deberíamos haber filmado en otro lugar".

Por su parte, HBO no hizo comentarios al respecto, aparte de señalar que Simon está trabajando actualmente en una serie sobre la corrupción de la policía de Baltimore, basada en el libro We own this city: a true story of crime, cops and corruption, del periodista de investigación Justin Fenton. Otra nueva serie de la cadena televisiva --Love and death-- se filmaría en la ciudad de Austin, y sobre este punto tampoco hubo un posicionamiento público. Hasta ahora, otras producciones con sede en Texas no han anunciado un cambio de ubicación, como es el caso de la precuela de Yellowstone, de Paramount Network, Y: 1883 o la próxima temporada de Walker, a cargo de The CW Television Network.

Un antecedente de este hecho se plasmó en Georgia, estado conocido como el "Hollywood del sur" por sus generosos recortes de impuestos a producciones cinematográficas y televisivas. En 2019, Netflix y Disney amenazaban con dejar de filmar allí si entraba en vigencia su ley contra el aborto. Netflix, incluso,  reconsideraba toda su inversión en el área. En ese entonces Simon también protestó. Mientras, otros creadores con la misma postura en torno al aborto seguían defendiendo el hecho de generar trabajo para los georgianos.

El día en que comunicó su decisión --y también los siguientes-- el autor tuvo que enfrentar "una cosecha excepcional de trolls" antiderechos. Respondió con enojo a varios usuarios, incluso a uno que lo acusó de "pro baby killer" (defensor de asesinos de bebés). "The Wire está escrito para espectadores adultos conscientes y coherentes, que pueden, por ejemplo, distinguir entre un feto no viable y un bebé vivo", y que no se atraverían a opinar en Internet "sobre estos asuntos hasta que hayan dominado esos conceptos básicos", retrucó el creador.

Uma Thurman: "La ley es discriminatoria"

La nueva ley de Texas es la más estricta de todo el país, impidiendo el derecho a decidir de las mujeres tras seis semanas de embarazo. La decisión de Simon se conoce después de que saliera a la luz un artículo de opinión firmado por Uma Thurman, quien repudió la norma y contó que se hizo un aborto en la adolescencia tras quedar "embarazada accidentalmente de un hombre mucho mayor". "Esta ley es otra herramienta discriminatoria contra quienes están en desventaja económica", sentenció, y vaticinó "una crisis de derechos humanos". "Las mujeres y los niños de familias adineradas conservan todas las opciones del mundo y corren pocos riesgos", comparó la actriz en su nota para The Washington Post

La norma incluye una disposición inédita: encomienda la vigilancia de su aplicación "exclusivamente" a los ciudadanos, llamados a presentar denuncias "contra toda persona sospechosa de haber ayudado a una mujer a abortar" luego del plazo establecido. "Me duele que la ley enfrente ciudadano contra ciudadano, creando nuevos vigilantes que se aprovecharán de las mujeres desfavorecidas, negándoles la opción de no tener hijos que no están preparadas para cuidar o extinguiendo sus esperanzas respecto de la futura familia que podrían elegir", cuestionó Thurman.

Cómo es la ley del aborto en Texas

La "ley de los latidos del corazón" impide la interrupción del embarazo a partir de las seis semanas de gestación, cuando según los grupos provida se pueden detectar los latidos del corazón fetal, hipótesis desestimada en Estados Unidos por expertos. En la mayoría de los casos, las mujeres no se han enterado para ese momento de que están embarazadas. La ley no contempla excepciones para episodios de violación o incesto; la única es la emergencia médica. Habilita a los ciudadanos a entablar acciones civiles de hasta 10 mil dólares en daños contra cualquier persona involucrada en el proceso.

Se aprobó en medio de una gran controversia, ya que se esperaba que la Corte Suprema se pronunciara con una medida cautelar para frenarla. La firmó el gobernador Greg Abbott en mayo, quien entonces afirmó: "Ninguna libertad es más preciosa que la vida misma". Entró en vigencia a comienzos de septiembre. El presidente Joe Biden aseguró que viola la Constitución.

Se trata de la ley más restrictiva desde el fallo de Roe vs. Wade, la emblemática decisión de la Corte Suprema que en 1973 reconoció el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo mientras el feto no sea viable fuera del útero (alrededor de las 22 semanas de gestación). Otros estados han intentado promulgar restricciones pero no lo lograron debido a este fallo. Doce aprobaron leyes similares a la de Texas, pero fueron bloqueadas en los tribunales.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra el estado de Texas. Y recientemente, dos exabogados iniciaron acciones contra el médico Alan Braid, quien había escrito en una nota para The Washington Post que había violado esta ley "descaradamente inconstitucional" para cuidar a una paciente.