El cambio de ministro en Agricultura generó, por pedido presidencial, una aceleración en la resolución de un tema espinoso: con Julián Domínguez al frente de la cartera, se está trabajando contrareloj para cerrar en cuestión de días el conflicto por los cupos a la exportación de carnes. La medida no será un levantamiento a secas, sino un acuerdo de las partes para que los precios internos del producto se sostengan en la tendencia a la baja. "Es el corazón de la negociación", sintetizan. Fuentes oficiales y privadas confiaron a Página I12 que, a tales fines, se armó desde el Gobierno una mesa técnica para trabajar con el empresariado en una solución, con el objetivo de tener anuncios en la materia la semana que viene. 

Fue el propio Domínguez quien puso como prioridad de agenda el tema. Fue en un encuentro con el sector pesquero que se llevó a cabo el miércoles último en Mar del Plata: "Asumí hace 48 horas y a pesar de que debo resolver el principal problema de hoy que es la exportación de la carne, quise venir igual para decirles que el país necesita de ustedes también y sí van por más cuenten conmigo para golpear todas las puertas que necesiten para que todos crezcamos", explicó ante trabajadores de la pesca. 

La mesa que armó Domínguez incluye a los frigoríficos exportadores, a la agroindustria y a los técnicos de la Mesa de Enlace, que están trabajando hace unos días evaluando posibilidades. De hecho, durante casi toda la jornada de viernes hubo conversaciones para establacer un esquema justo para todos. La palabra más escuchada desde todos los sectores es "consenso". Contó uno de los participantes, del sector, privado, que Dominguez aclaró que el armado de esas mesas es para cambiar la dinámica y que las cuestiones y problemas no se diriman en los medios sino en el "diálogo franco y constructivo de las partes". 

Según supo este diario, una de las alternativas sobre la mesa es modificar el decreto actual, que cuotifica las ventas externas en un 50 por ciento del volúmen. Pero esos cambios son equilibrios complejos, dado que el Gobierno Nacional precisa, más allá de la apertura de las ventas externas, que se consolide en el tiempo la módica reducción de precios internos que operó en los últimos dos meses. A cubrir este bache vendría un acuerdo de precios más profesional y serio con los exportadores de carnes, que no descuide el bolsillo. Una obsesión del Gobierno en un contexto inflacionario que lejos está de ser domado. Hoy, sin un acuerdo para estabilizar los valores internas, no hay para el Gobierno un acuerdo posible que tenga que ver con levantar las restricciones para exportar. 

También se trabaja en aumentos de producción. "Tenemos el mismo problema que hace 40 años, pero hoy le tenemos que dar de comer a 20 millones de argentinos más", expresó un integrante de la mesa negociadora. Es que se apunta a aumentar los stocks para que el mayor volúmen impacta en la estabilización de los valores del producto en góndola. 

De las tensiones a un esquema diferente

La cuotificación de las exportaciones de carne fue una decisión oficial patra lograr planchar los precios internos ante alzas injusticadas de hasta 70 por ciento, muy por sobre una inflación ya elevada. Eso generó choques no sólo con los productores, que ya pensaban en lanzar un nuevo lock out, sino con algunos gobernadores con provincias con frigoríficos que sólo trabajan de la exportación. Hasta el momento, el tema estaba bajo la tutela del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, ante el vacío de poder que existía en el ministerio de Agricultura bajo la gestión de Luis Basterra. Ahora, con la llegada de Dominguez, arrancó un proceso de reuniones con Kulfas para que el flamante ministro recupere su agenda y resuelva. 

Vale decir que Domínguez, que ya fue elegido por Cristina Fernández como un negociador político del agro tras la crisis de la Resolución 125, vuelve en un momento no tan espeso como aquel, pero qué si requiere de muñeca y conocimiento del territorio. Una de sus primeras movidas fue convocar a una reunión con la Mesa de Enlace (Sociedad Rural, Coninagro, CRA y Federación Agraria) el lunes próximo, para encauzar el tema. Allí, el Gobierno ya llegaría con el acuerdo casi al borde de concretarse. Es que, por caso, aunque se precise el aval de la ruralidad, los que verdaderamente mueven el escenario allí son los exportadores de carne. El diálogo es, entre otros, con Mario Ravettino, titular del consorcio ABC, el mismo que articulo el esquema de precios cuidados para la carne con Comercio. 

Cuentan que, además, no sería el de la carne el único anuncio que habría la próxima semana. Se especula con la reactivación de la norma de promoción de las exportaciones agroindustrial y un paquete para la industria pesquera.