El Senado de la Nación aprobó este miércoles un proyecto de Declaración para expresar su “más enérgico rechazo” a la “pretensión del Gobierno de la República de Chile de extender" -mediante el decreto firmado el 27 de agosto pasado por el presidente Sebastián Piñera "su plataforma continental” sobre aguas territoriales de la República Argentina

En el proyecto, los senadores calificaron la decisión del gobierno chileno como una  “violación al Tratado de Paz y Amistad celebrado con la Argentina en 1984” que desconoce “la demarcación del límite exterior de la plataforma continental” de conformidad con “la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”.

En ese sentido, ratifican “su más firme respaldo al trabajo realizado por el Estado Argentino a través de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA), el cual se ajusta” al tratado firmado entre los presidentes Raúl Alfonsín y Augusto Pinochet en 1984.

El tratado, recuerdan, fue “reflejado en la Ley Nacional 27.557, aprobada por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso de la Nación el 4 de agosto de 2020 y promulgada por el Poder ejecutivo el 24 de agosto del mismo año”.

La declaración de este miércoles rechaza “el intento de apropiación por parte de Chile de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convemar y del Tratado de Paz y Amistad”.

Por último, reafirma su “adhesión a lo expresado por la Cancillería Argentina en respuesta a la pretensión del Gobierno de Chile en cuanto a que la misma no es aceptable para la República Argentina y plantea una situación que corresponderá resolver a través del diálogo en defensa de los derechos argentinos, de acuerdo a la hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”.

"Una decisión inconsulta y violatoria de los tratados internacionales"

En este marco, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta,  Rodolfo Rodríguez Saá, calificó la decisión de Piñera como “inconsulta y violatoria de los tratados internacionales”. “Nos sorprende enormemente el decreto del presidente de Chile", expresó Rodríguez Saá, al tiempo que afirmó que “la pretensión" del país vecino "no es aceptable para la República Argentina porque plantea una cuestión que debe ser resuelta a través del diálogo”.

En un sentido similar, el radical mendocino Julio Cobos aseveró que el presidente chileno “pretende corregir con su decreto un punto que no estaba incluido en el Tratado de Paz con Chile”. “La pretensión de su decreto es extender hacia el este, pretendiendo incorporar a su soberanía cinco mil kilómetros cuadrados de nuestra soberanía y 25 mil kilómetros cuadrados que son patrimonio de la humanidad”, sentenció.

El conflicto

El viernes 27 de agosto, el gobierno chileno publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo 95 del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el que actualizó la Carta Náutica 8, la cual establece las áreas jurisdiccionales marítimas nacionales. Ese mapa actualizado marcó los límites de la plataforma continental de Chile en el mar Austral desde punta Puga a islas Diego Ramírez, en la Región de Magallanes.

La expansión de los límites fue inmediatamente rechazada por el Gobierno argentino. En un comunicado de Cancillería, el gobierno de Alberto Fernández acusó a Chile de "pretender apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad".