El 17 de marzo pasado, un operario se mató al caer del techo de la Escuela Joaquín V. González, de Caballito, cuando relevaba el área para resolver problemas pendientes. Si bien el accidente no fue presenciado por los alumnos del establecimiento, la caída se produjo durante el horario escolar. Alrededor de las 9.40 de la mañana, pocos minutos después de que finalizó el primer recreo, Fernando Moreira, empleado de la empresa Di Pietro Paolo, contratista del Ministerio de Educación de la Ciudad, recorría el techo del colegio. Mientras caminaba  piso una chapa que cedió y cayó de cabeza desde el techo al gimnasio que había abajo. Moreira fue trasladado primero a un hospital, y después derivado a otro, donde falleció. Tras el accidente, Ademys volvió a reclamar que todas las tareas de mantenimiento sean realizadas en época y horario en que no haya alumnos ni personal docente en los establecimiento. Y recordaron que, en 2013, Gerardo Rodríguez, un obrero de la construcción murió tras caer, también de un techo, en la Escuela 17 (Distrito 7°) frente a los alumnos que hacían educación física.