“(…) Si la muerte / me abrazara fuerte / como recompensa / por haber querido / la libertad, / y tus abrazos entonces / sólo envuelven recuerdos, / llantos y consejos / que no quise seguir, / quisiera decirte mamá / que parte de lo que fui / lo vas a encontrar/ en mis compañeros”.

Esas palabras pertenecen a Alejandro Martín Almeida, hijo de Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Y forma parte de las poesías que escribió cuando tenía 20 años antes de que fuera secuestrado el 17 de junio de 1975 por la Triple A. Desde entonces permanece desaparecido. Sin embargo, Taty relee sus poesías como un tesoro que es de ella y de la historia, y que ahora frente a una cámara, las comparte en La memoria de Taty, un corto documental dirigido y realizado por Natalia Villegas.

Con el objetivo de “mantener vivo el mensaje de las Madres de Plaza de Mayo y para poder seguir llevándolo al mundo y a la región”, el documental de Villegas recorre parte de la lucha incansable de Taty. Se trata de una producción realizada como parte de un proyecto educativo de la plataforma Platzi, en la que la Madre le habla a las y los jóvenes latinoamericanos. El corto se encuentra disponible en la plataforma, así como también en su canal de Youtube.

Taty tiene 91 años y en su memoria inevitablemente también pervive la de su hijo. Ese hijo que, según sus palabras, fue quien le “abrió los ojos” y “parió a Taty Almeida”. Alejandro había trabajado como cadete en la Agencia Télam, militaba en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y cursaba, al momento de su desaparición, el primer año de la carrera de Medicina. En 1979, Taty se unió a las Madres de Plaza de Mayo y, en medio del dolor, comenzó un camino de militancia por los derechos humanos que no abandonó nunca.

“A los 30.000 los desaparecieron físicamente, pero jamás van a poder hacer desaparecer la lucha de ellos y quiénes fueron”, sentencia en el corto. A lo largo de su relato, Taty tampoco olvida que ahora está en manos de las nuevas generaciones seguir con la lucha, pero “de a poquito”, como dice ella, porque las Madres “todavía tienen mucha fuerza para seguir”. También recuerda una vez más que "la única lucha que se pierde es la que se abandona". Y les dice a los jóvenes que caminan junto a ellas que “cuando estén caídos o sientan que no puedan lograr lo que desean”, las recuerden a ellas “y digan bien fuerte: si las madres pudieron, por qué no nosotros”.

El documental desde el principio fue pensado como una charla de Taty hacia los jóvenes. “Desde el inicio se le planteó de esa forma, que ella sintiera que pudiera contarles a ellos y ellas lo importante que es mantener viva la lucha por los derechos humanos y la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia”, cuenta Villegas sobre el corto.

-¿Qué otras premisas guiaron la dirección?

-Desde lo visual me interesaba poder captarla a ella, sus gestos, sus manos. Siempre me pareció una mujer muy fuerte, pero muy sensible a la vez. Y eso quise captar también. Así lo pensé: con la fuerza de su mensaje y la sensibilidad de sus expresiones.

-¿Lo pensaste como un corto que apunte a las generaciones futuras?

-El cortometraje fue pensado como Taty hablándole a los jóvenes de Latinoamérica, contándole sobre su historia, lo que le sucedió, pero al mismo tiempo lo que le ocurrió a tantas otras Madres. Es un mensaje que trata de trascender la historia argentina para también instalarse en otros países de la región donde sucedieron y están sucediendo cosas complicadas a nivel social.

-¿Por qué te interesaba trabajar sobre la historia de Taty?

-Admiro genuinamente la forma en que las Madres y Abuelas han luchado con amor y la forma en que han transformado ese dolor. Es una lucha que para mí es admirable y también siento que es una palabra que queda corta. Son un ejemplo a nivel mundial de lo que es la resistencia y nunca bajar los brazos. Y ese es el mensaje que a mi más queda: luchar sin bajar los brazos, pero nunca recurrir a la violencia. Y creo que ese es el ejemplo que nos dejaron las Madres siempre y el que hay que seguir. Siento pura admiración y responsabilidad por acompañarlas y seguir llevando el mensaje que ellas han llevado a lo largo de todos estos años.

-Si tuvieras que elegir quedarte con algo de todo lo que dijo Taty en la entrevista, ¿qué sería?

-Realmente creo que Taty en el documental nos entrega un montón de mensajes muy valiosos. Si tengo que quedarme con uno en particular, me quedo con ella diciendo que en los jóvenes que luchan por los derechos humanos, que militan por el otro, ahí sigue encontrando a Alejandro Almeida. Así que el mensaje con el que me gustaría quedarme es ese: con esta posta que Taty deja a los jóvenes elevando la bandera de las Madres y de los organismos de derechos humanos.

-¿Por qué te parece importante que quede el registro de su memoria?

-Me parece importante que quede registro porque la de Taty es también la memoria de todas las Madres de Plaza de Mayo, incluso las que ya no están. Cada una tiene una historia personal, pero al mismo tiempo tienen una en común. Y creo que poder presentar la memoria de Taty a quienes vean el documental, es una forma de construir memoria colectiva. La memoria de Taty es la que deberíamos tener todos y todas. Son las cosas que deberíamos recordar, los valores que tendríamos que tener. Creo que este registro es importante para el presente, el futuro y para que eso nunca más vuelva a pasar.