Después de un año de ausencia por la pandemia de coronavirus, el Gran Premio Argentino Histórico retomó su clásica carrera de regularidad y tuvo este domingo la primera de sus cuatro etapas que, a diferencia de las ediciones anteriores, se concentrará sobre las sierras de San Luis con epicentro en la ciudad de Potrero de los Funes y concluirá el jueves en la localidad de Pergamino, provincia de Buenos Aires. Esta vez serán 1457 kilómetros en diferentes recorridos, bajo estrictos protocolos y controles sanitarios e hisopados para todos los participantes de la competencia.

Los autos clásicos de las distintas categorías del turismo de la Argentina participaron en esta primera jornada de la largada simbólica desde la zona de boxes continua a la recta principal del Autódromo Internacional de Potrero de los Funes, donde los fanáticos del automovilismo pudieron disfrutar del colorido espectáculo de esos autos originales y tan cuidados por sus dueños coleccionistas y mecánicos de todas partes de la Argentina y de Uruguay, que son a la vez extraordinarias piezas del museo itinerante del automovilismo nacional.

Esta es, sin dudas, la característica que destaca a la nominada “Gran Carrera” sobre las otras competiciones. Los autos, que van de los años ’30 a los ’80, son la historia casi centenaria del automovilismo y la razón por la que el Automóvil Club Argentino organiza esta carrera que, desde su reedición en 2003, sólo fue suspendida el año pasado debido a las restricciones de la pandemia.

Autos clásicos de todas las épocas.

Testigo de esa larga historia es "Pepe" Migliore, quien tiene una destacada carrera como piloto del Turismo, y recorre al mando de unos de sus Peugeot 404, con su esposa Mirta Videla como acompañante, los diferentes caminos que le presente año tras año el GPH. “Es un placer estar acá y en todos los lugares donde se puede manejar. No es mi especialidad la carrera de regularidad, no sé regular el pie derecho porque a mí me gusta ir a fondo, pero lo vamos a hacer”, cuenta El Cóndor, reconocido y admirado tanto por el resto de los pilotos como por los fanáticos que se le acercan para saludarlo. “Tengo 91 años pero es como si tuviera 60 o 70, para mí la edad es la que uno siente. Me siento cómodo y me encanta manejar. En los Grandes Premios me encuentro con gente que, cuando nosotros corríamos eran jóvenes y hoy peinan canas o no tienen qué peinar. Viene esa gente y te saluda, ellos se emocionan y yo también”, agrega.

Desde las clásicas coupecitas Ford y Chevrolet de los años 1937 al 1940, como aquellas que participaron de la famosa “Buenos Aires-Caracas”, la carrera más larga y peligrosa de la que se tenga memoria, a un Ford Sierra del ’87 y un Toyota Célica del ’81; pasando por los Mercedes Benz de los ’60; los Fiat 600, 128, 1100 y 1500; los Renault 4L y 12, los Torino y Ford Falcon, los Citröen 3CV, los Alfa Romeo, los BMW de los ‘70 y ’80; el parque automotor de la competencia representa como en ninguna otra carrera la historia viva del automovilismo vernáculo.

“El Gran Premio Histórico tiene como ideólogos a Rafael Sierra y Jorge Augebacque, y el espíritu que lo anima fue darle un espacio a ese gran parque automotor de clásicos, pero también mantener activa la memoria de la historia de los Grandes Premios que el Automóvil Club Argentino comenzó a organizar allá por 1906. Es parte de nuestra historia, del crecimiento de nuestro país en materia de caminos y rutas, así como de la sociedad estratégica que tenemos con YPF y que nos ha llevado a ser protagonistas del trazado de buena parte de las caminos y rutas de este hermoso país”, le cuenta a Página 12 Jorge Revello, vicepresidente del ACA, quien con sus 81 años es otro de los testigos de esa rica historia de pasiones, volantes y carreras por las que pasaron los mejores pilotos de todas las épocas, como Juan Manuel Fangio, Toscanito Marimón, Carlos Reutemann, los hermanos Juan y Oscar Gálvez, entre otros.


El Automóvil Club de Uruguay, también presente en San Luis.

Entre las duplas de pilotos y navegantes de este GPH, carrera que se disputa en la modalidad de regularidad -los autos deben seguir al pie de la letra los desafíos del libro de ruta para evitar penalizaciones- se destacan los ganadores de la edición 2019, el binomio de Adrogué, provincia de Buenos Aires, compuesto por Eduardo Vergagni y Víctor Sorrentino (Peugeot 504, 1977); también hay binomios de CABA y de las provincias de Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe, Neuquén, La Rioja y Tierra del Fuego; a las que se le suman unas siete duplas de Montevideo y una de Canelones, Uruguay.

Como suele ocurrir todos los domingos, el público puntano colmó el paddock del autódromo internacional y se encontró con todo el color y el penetrante ruido de los motores de esos autos de todos tiempos y vivió una largada que, aunque simbólica, hizo temblar el asfalto de la pista preanunciando el espectáculo que durante cuatro días animará las mañanas y las tardes puntanas.