El serio problema inflacionario en la Argentina y la decisión oficial de congelar una canasta de 1400 alimentos básicos puso en debate un abanico de razones del alza en los precios. Una de ellas, los manejos monopólicos en la provisión de algunos bienes y sus consecuencias, un inconveniente que hasta ahora ningún Gobierno logró poner en orden. Página I12 obtuvo datos del sector privado y de los balances de las empresas que reflejan un puñado muy pequeño de firmas que son dueñas de casi todo lo que los argentinos ponen sobre su mesa.

Los detalles que se presentan a continuación muestran, además, la relevancia de las empresas que discutieron el congelamiento, por volúmenes de facturación. Cifras que no son ganancia (no descuentan gastos y otros costos) pero plasman la envergadura de los jugadores y el poder de negociación en las mesas oficiales. El dato más saliente en cuanto a la influencia en el mercado es que hay sectores que mayoritariamente son duopolios. Y en algunos casos, como la leche, una sola empresa tiene casi todo el mercado.

Según cifras del mercado privado, nueve de cada diez litros de leche fluida que se venden en Argentina son de una sola empresa, Mastellone. El 10 por ciento restante está en manos de Addeco Agro, Tregar y, en menor medido, la cooperativa Sancor, que en el marco de sus consecuentes crisis fue cediendo participación.

En el caso de las gaseosas y aguas, alrededor del 82 por ciento es producido por dos empresas. Coca Cola Company y Pepsico. Esta última hace, además, snacks y otros alimentos. Asimismo, el caso de los panificados es sorprendente: una sola empresa, la mexicana Bimbo, tiene el 80 por ciento del mercado. Algo similar ocurre con el azúcar: Ledesma y Chango, del Grupo Tabacal, tienen el 75 por ciento del mercado. En este rubro, sólo 10 ingenios son responsables casi ocho de cada diez paquetes del producto. Estas marcas, además, tienen mucha preponderancia en la venta en zonas urbanas muy pobladas, como el AMBA. En el interior hay más oferta de pymes.

La yerba, producto estrella del consumo argentino, tiene a cinco empresas produciendo el 75 por ciento del total ofertado. A la cabeza aparecen Establecimiento Las Marías (Unión, Taragui, Las Marías, Mañanita, La Merced) y Hreñuk (Rosamonte, Campeche). En el caso de los lácteos, aparecen las mismas lácteas que en la leche fluida, pero se agrega una fuerte, la francesa Danone. El 45 por ciento de la producción de lácteos lo hacen sólo 10 empresas.

En el caso de las bebidas alcohólicas está más repartido, pero allí Quilmes es una de las que tiene un rol protagónico fuerte en lo que tiene que ver con cervezas. En los vinos, la dispersión es mayor, aunque son pocas las empresas que fabrican vino no varietal (que representa el 65 por ciento del consumo). Otro caso de mucha concentración es el arroz. Allí manda uno de los rebeldes del congelamiento de precios del Gobierno: Molinos Río de la Plata, la firma de los Pérez Companc, es una de las tres principales comercializadoras con producción propia. Se suma también Addeco Agro. 

Estos datos surgen en el marco de una discusión que, incluso, apareció en sectores opositores luego de ver focus groups que muestran que la gente identifica a las empresas con los problemas de los precios. El alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, generó ruido en la interna PRO al culpar a los monopolios por la inflación y hasta recibió chicanas del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. Mucho se discutió, además, sobre los niveles de ganancia y facturación. Todos hoy son elevados contra los años de Mauricio Macri pero no llegan a alcanzar los números del último kirchnerismo de Cristina Fernández.

Así y todo, el ranking de facturación que se ve en los últimos dos años tiene el siguiente orden y muestra el volumen de los jugadores. Al tope de las firmas de mayor facturación (no ganancia) aparece Aceitera General Deheza (Natura, Mazola, Cada Día), seguida de Bunge y Molino Cañuelas. Este último es un gigante de los farináceos, las galletas y las pastas, y monopoliza mercado con Molinos Río. Luego vienen Quilmes, Unilever y Mastellone, tres de las que estuvieron esta semana con reuniones en la secretaría de Comercio. Más atrás, Arcor, Coca Cola, CCU (cervezas), Ledesma, Molinos Río de la Plata, Procter and Gamble (limpieza), Mondelez (dulces), Nestlé y Danone. Sumadas otras diez firmas, la facturación global de este pelotón representa casi un 6 por ciento de la facturación total de toda la economía argentina; y un 13,2 por ciento de la facturación de la totalidad de empresas industriales.