Juan Martín del Potro se anotó ayer un gran triunfo, cargado de emotividad, en su regreso al circuito al vencer a Grigor Dimitrov en su estreno en el Masters 1000 de Roma. La Torre necesitó dos horas y ocho minutos para imponerse por 3-6, 6-2 y 6-3 al búlgaro, décimo preclasificado, en un duelo en el que mostró una gran evolución en su juego, sobre todo con su revés. 

Del Potro volvía al circuito después de ausentarse de Madrid y haberse retirado en Estoril por la muerte de su abuelo materno. “No hay una fórmula o una receta para un momento tan delicado como el que estoy viviendo. Es tiempo, es tratar de acompañar a mi familia desde acá”, indicó el tenista número 1 de Argentina sobre el difícil momento que atraviesa su familia.

Después de un primer set parejo, en el que Dimitrov aprovechó tres errores seguidos de Delpo para lograr un quiebre decisivo, el tandilense encaminó el encuentro en el segundo parcial, donde dominó con su potente derecha y neutralizó con su revés a dos manos el mejor golpe de su rival. En el tercer set volvió la paridad, con ocasiones de quiebres para ambos jugadores. Sin embargo, una doble falta del búlgaro en el octavo game le abrió la puerta de la victoria al argentino, que cerró el partido con autoridad en el juego siguiente. De esa manera, a pesar de la cuestión anímica, Del Potro aumentó a 5-0 su ventaja en el historial sobre el búlgaro. En la próxima ronda, su rival será el británico Kyle Edmund, que venció por 6-3 y 6-4 al portugués Joao Sousa.

Otro de los que salió victorioso ayer fue Carlos Berlocq, proveniente de la clasificación, quien se instaló en la segunda ronda al derrotar al holandés Robin Haase por 6-3 y 7-5 y ahora se las verá con el checo Tomas Berdych, que venció por 7-6 (9-7) y 6-4 al alemán Mischa Zverev.

Hoy será la presentación de Diego Schwartzman, que enfrentará al estadounidense Jack Sock, y en el caso de superarlo le tocará el checo Jiri Vesely, quien dejó en el camino al británico Daniel Evans.