El Gobierno británico anunció que a partir de este martes será obligatorio para los turistas que quieran viajar al Reino Unido presentar un test negativo de coronavirus antes de partir. La medida, que generó descontento en el sector turístico, busca frenar el avance de la variante Ómicron. La administración del primer ministro Boris Johnson ya había reintroducido el uso obligatorio de barbijo en transporte público, comercios y espacios cerrados.

"Cualquier persona de más de 12 años que quiera viajar al Reino Unido deberá presentar un test negativo (antígeno o PCR)" efectuado máximo 48 horas antes de partir, para "frenar la importación de la nueva variante", informó el Ejecutivo el sábado a la noche en un comunicado.

Hasta ahora, los viajeros que llegaban a Reino Unido solo tenían que hacerse un PCR a más tardar dos días después de su arribo, y aislarse hasta tener los resultados.

Representantes del sector turístico criticaron la nueva medida. Clive Wratten, director de la Business Travel Association, la calificó como un "mazazo", mientras que Tim Alderslade, de la asociación de compañías aéreas Airlines UK, la consideró "prematura", a falta de tener todos los datos clínicos sobre la nueva variante Ómicron, informó la agencia de noticias AFP.

"Ya sé que es una carga para la industria del viaje pero hemos hecho enormes progresos en este país, con cerca de 81 por ciento de mayores de 12 años vacunados y una dosis de refuerzo administrada a 34 por ciento de la población elegible", dijo el viceprimer ministro Dominic Raab, en declaraciones a la cadena Sky News.

"Debemos tomar medidas precisas para impedir que la nueva variante se implante en el país y cree un problema aún mayor" aseguró.

La semana pasada el Gobierno británico había adelantado que impondría nuevas restricciones para los viajeros que ingresen al Reino Unido, luego de que dos días antes se confirmaran los primeros casos de la variante Ómicron en el país.

El parlamento británico aprobó la obligatoriedad del barbijo, mientras que Johnson anunció que se ofrecerá una vacuna de refuerzo a cada adulto para finales de enero para prevenir la propagación de esta nueva variante del coronavirus.

Los casos con la variante Ómicron pasaron de dos a 160 en la última semana y los científicos recomendaron al Gobierno que se minimice el contacto social. Además, alertaron que si se sigue expandiendo, la Ómicron podría provocar "una gran ola de infecciones y un elevado número de personas que deberán ser hospitalizadas".

Un documento que fue publicado el viernes y elaborado por el Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (Sage) dijo que es muy probable que Ómicron pueda escapar a la inmunidad, aunque no estaba claro cuánto.

El texto advirtió que aunque la vacunación, incluidos los refuerzos, siguen protegiendo a las personas contra la enfermedad grave, cualquier reducción significativa de la protección podría dar lugar a una gran ola de infecciones.