Buscar modelos de atención que hagan lugar a todas las corporalidades, que puedan construirse en espacios del sistema sanitario libres de situaciones de violencia institucional y de crueldad con las personas gordas, que no encajan en los parámetros del paradigma médico. Para revolucionar hasta revertir todo estigma patologizante y poder brindar acompañamientos acordes a cada necesidad, la diputada nacional por el Frente de Todxs, Mónica Macha, presentó el proyecto de Ley de Capacitación obligatoria de efectores de salud para garantizar el derecho a la salud integral de las personas gordas. “Conocer nuestros cuerpos, tener una política sanitaria justa y digna para quienes somos, es hacer de este mundo un lugar donde quepamos todas, todes y todos. Con esta ley estamos desarmando los mandatos sociales, los modelos patologizantes y las reglas del mercado que nos dicen cómo tenemos que ser”, sostiene un comunicado del espacio político Nuevo Encuentro, que lidera Macha.

“Lamentablemente, en nuestras producciones sociales y culturales hay diversas formas de la discriminación, algunas veces ligadas a la clase social, otras veces a los géneros, en otras se expresan a partir de un racismo social muy arraigado en nuestra identidad, y en esta oportunidad estamos haciendo foco en la situación de las personas gordas al momento de ir a atenderse a un centro de salud, a un hospital, a una clínica”, dijo la legisladora, que trabajó en la propuesta junto con Samanta Alonso, militante gorda e impulsora de la Ley de talles, y con el Centro de formación y pensamiento Génera. “Hay un nivel de maltrato institucional muy marcado, expresado en los testimonios y en las experiencias de las personas gordas, y por eso nos parece necesario e importante poder contar con una capacitación.”

El Mapa Nacional de la Discriminación del Inadi de 2013 y los resultados preliminares de los relevamientos de 2019 revelaron que la obesidad y el sobrepeso se ubican entre las principales causas de discriminación. Pero la problemática se expresa con magnitud en el segmento de 18 a 30 años: esa experiencia relacionada con la discriminación por obesidad o sobrepeso, “representa el doble de los casos que se verifican entre personas de 60 a 74 años”, subrayan los fundamentos del proyecto, que pone luz en las vivencias de las personas gordas a la hora de acercarse al sistema de salud, con ámbitos de consulta que terminan siendo “espacios vergonzosos donde reina el rechazo y la exclusión, y donde no hay una solución concreta al problema que se plantea”. El proyecto de ley, que cuenta con la firma de una veintena de diputadas, es herramienta urgente para que autoridades de establecimientos sanitarios y equipos de salud adopten en forma obligatoria una atención inclusiva, interseccional, de escucha responsable y con perspectiva de géneros.

“En general, los equipos de salud tienen diferentes instancias de formación continua, y nos parece importante que parte de esas capacitaciones estén vinculadas a cómo transformar y cómo erradicar esas violencias que implica la discriminación sobre las personas gordas. Claramente, esto tiene un trasfondo cultural que está vinculado a una mirada sobre los cuerpos, y donde lo que se está negando, discriminando, son los cuerpos diversos”, advirtió Macha. “Queremos avanzar con este proyecto, queremos dar esta discusión en el espacio sanitario y queremos también que sea una discusión social. Acompañamos entonces a las organizaciones como Génera y a este activismo para poner el tema en el contexto del debate social, político y cultural.”