El mal gusto del macrismo se nota particularmente cuando tratan de hacerse los populares y divertidos, pero terminan siendo vulgares. Un caso es la feria Masticar, nombre tonto que busca no asustar a los clientes. Por algo es una coproducción entre el gobierno porteño y el grupo ACELGA, Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina, que se mató tratando de ser ingenioso en la sigla... El último evento fue este mes, en el Dorrego, con entrada en Zapiola y Matienzo, lo que fue anunciado en la página oficial del gobierno de la CABA como una ocasión más de “agitar la ya clásica bandera de Comer rico hace bien en el barrio de Palermo”. Pero resulta que Zapiola y Matienzo, y por caso el Dorrego, están en Colegiales y no en el enorme Palermo, un barrio muy grande que no para de agrandarse debido al marketing de algunos tontos. Los especuladores inmobiliarios, los mismos que habían inventado Barrio Norte y ahora afirman que Corrientes y Pueyrredón es Recoleta, dejaron de vender sus creaciones como situadas en Colegiales. Palermo, parece, queda mejor. Pero que la página oficial de nuestro gobierno les siga la corriente... es de una frivolidad cretina. La misma del que escribió en la gacetilla que Masticar llega “con bombos y platillos”.