Frente a la situación de crecida de los ríos, el gobierno provincial difundió las obras realizadas para evitar las consecuencias de los desbordes en el Bermejo y el Pilcomayo, que atraviesan al Chaco salteño y suelen salirse de curso casi en cada verano.

El gobierno indicó que durante 2020 y 2021 se limpió y encauzó el río Pilcomayo limpieza, y se construyeron terraplenes y se reforzaron los existentes.

“En la primera etapa se trabajó en el área comprendida entre Hito 1 hasta Las Vertientes, pasando por La Puntana, Monte Carmelo, Padre Coll, Santa Victoria, La Merced, San Luis, Buen Destino, Campo Verde, Cañaveral II, San Anselmo, La Gracia, La Estrella y La Paz”, detalló el gobierno en un comunicado.

Asimismo, afirmó que durante la segunda etapa se intervino en las áreas de las comunidades Santa María, Misión La Paz, Misión La Estrella, Misión La Gracia, La Golondrina, Misión Anglicana y Misión Anselmo, en el departamento Rivadavia.

Los trabajos realizados con maquinarias propias se llevaron a cabo en una extensión de 43,5 kilómetros.

En el río Bermejo, en tanto, “se concretan actualmente trabajos de encauzamiento y construcción de defensas en casi 3 kilómetros y medio, en la zona de Misión La Esperanza, en Rivadavia Banda Sur. El proyecto estipula terraplenes de 9 metros de ancho y una altura promedio de 2 metros con una pista para circulación de vehículos de 6 metros”.

El gobierno destacó que la Secretaría de Recursos Hídricos es la autoridad de aplicación del Código de Aguas en la provincia y como organismo netamente técnico realizó proyectos para distintos sectores que presentaron inconvenientes en la época estival, con el objetivo de mitigar los efectos de las posibles crecidas de ríos.

En el comunicado oficial se hizo hincapié en que los profesionales del organismo planificaron estas obras, que incluyeron construcción de defensas, encauzamiento, limpieza y refuerzos en ríos, con una proyección sostenible en el tiempo y sobre la base de las necesidades de cada zona y a las solicitudes de los intendentes, priorizando los sectores poblados y comunidades ribereñas.

El objetivo es conocer el comportamiento del cauce, teniendo en cuenta que ambos se originan en las cuencas altas de las sierras bolivianas y que llegan hacia el territorio salteño con un cambio brusco de pendiente”, sostiene la comunicación oficial al explicar las razones por las que a veces las crecidas toman por sorpresa a las comunidades cuando quedan aisladas. En esta línea, continuó diciendo que “los ríos son aluvionales y poseen un ciclo con desbordes naturales necesarios para el aporte de agua en las estaciones secas”.

Para el monitoreo, se indicó que los técnicos mantienen contacto con las estaciones de control hidrometeorológicas de la Comisión Trinacional del río Pilcomayo, conformada por Argentina, Bolivia y Paraguay, y con la Comisión Regional del río Bermejo.

Los informes y alertas que se emiten son recopilados por el Programa Aguas Superficiales de la Secretaría de Recursos Hídricos de Salta y se utilizan para proyectar posibles aumentos en el caudal, que podrían afectar a poblaciones que se encuentran en las riberas de los ríos.

“Estas proyecciones realizadas por un sistema desarrollado por el programa, permiten comunicar con anticipación a los organismos como Defensa Civil, Bomberos o fuerzas de seguridad, sobre alguna crecida que pudiera impactar en las riberas cercanas a los parajes que se ven afectados por desbordes”, se indicó.