“El conurbano es un sector importantísimo para la movida del tango”, explica la muchachada organizadora del FETEM, el Festival de Tango en Movimiento, que comienza este jueves y se extenderá hasta el sábado en la sala El Cultural (9 de julio 1558, Lanús Este), a partir de las 21 de cada día. Se trata de la segunda edición del Festival, que presenta a muchas de las principales orquestas y grupos del circuito ante el público del sur del conurbano bonaerense. La primera edición, en 2019, se realizó en pleno centro de Temperley y esta vez la acción se traslada a calles granates. “Reaparece con su espíritu colectivo e independiente, organizado por músiques y referentes de la escena”, cuentan. La propuesta que plantean es entrelazar en su grilla “referentes del circuito, artistas emergentes y divergentes” y así mostrar que el tango está en movimiento, evoluciona y expresa y representa los climas de nuestro tiempo”.

En la jornada de apertura se presentarán el Quinteto Negro La Boca, Guernica, Araca París y la Orquesta Típica Di Pascuale. El viernes, en tanto, sonará La Vagabunda, Pampa Trash, Quiero 24 y La Empoderada Orquesta Atípica. Además, el viernes cerrará con una milonga con el dj Tandas Nuevas, que musicaliza sólo tangos y orquestas de hoy. La última velada, el sábado, el escenario recibirá al Cuarteto La Púa con Victoria di Raimondo, el Quinteto Criollo González Caló con Juan Serén, Astillero y el colectivo Trova Tanguera. También seguirá la cosa tras el último compás de la Trova, porque después de la medianoche prometen “fiesta tanguera”. Además, todos los días habrá proyección de videos, invitados sorpresa y puestos de libros temáticos.

“El FETEM busca profundizar el encuentro y la expansión del género que propone el tango de hoy”, plantean desde la organización. Pablo Sensottera, guitarrista de La Púa y uno de los impulsores del FETEM, reconoce las complicaciones logísticas del sector. “Es difícil para un festi independiente sin recursos ser más federal, que vengan a participar más grupos de las provincias o llegar nosotros a otros lugares, algo que tanto hace falta”, explica. “Pero el sur es como el arrabal de la actualidad, las orillas, los bordes, donde se cruzan distintas clases sociales, los conflictos, también es cuna de resistencia y de grandes movidas, sobre todo para el tango del siglo XXI como expresión contracultural”, reflexiona. La falta de espacio en medios masivos, considera, es un problema, pero también lo es la proliferación de “los estereotipos del tango de otros tiempos”, que están lejos de la propuesta artística que proponen muchos de estos grupos. “Por eso siempre germinan en el conurbano muchas de estas rebeliones, estas nuevas propuestas”, destaca.

Muchos de los artistas que participarán del festival se formaron de un modo u otro en el Conurbano. Ahí asoma la decana institución de la EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda), de fuerte impronta tanguera y que lanzó al circuito a cantidad de músicos.

En cuanto a la mudanza de Temperley a Lanús –dos barrios/estaciones importantes en el recorrido del Tren General Roca que sale desde Constitución hacia Ezeiza y Glew-, Sensottera explica que se encontraron con el lugar cuando planeaban una noche de aniversario de La Púa. “Lo íbamos a festejar junto a Astillero y cuando conocimos El Cultural vimos que era espectacular, enorme, con muy buena técnica y luces, y sentimos que no podíamos desaprovechar el lugar”, recuerda. “Así que decidimos ponernos en movimiento, mover toda la maquinaria de la gente que se conoce de la noche del tango”. El resultado son tres jornadas con un panorama muy intenso del tango más allá del Obelisco.