El español Rafael Nadal continuó repartiendo jarabe mandibular del agrio al serbio Novak Djokovic al asegurar que habrá "un gran Abierto de Australia con o sin él", en referencia al escándalo migratorio que protagoniza el número uno del ránking masculino.

"El Abierto de Australia es mucho más importante que cualquier jugador", reafirmó el mallorquín (6º) en una conferencia de prensa previa al inicio del torneo, donde se enfrentará con el estadounidense Marcos Giron (66º).

El exnúmero 1 del mundo expresó su respeto al serbio "como persona, por supuesto, y como atletas, sin dudas", un sentimiento que prevalece "incluso sin estar de acuerdo en muchas cosas que ha hecho en las últimas dos semanas".

"Estamos en una situación que se ha complicado más de la cuenta, que se ha liado y que se ha alargado en el tiempo. Pero es uno de los torneos más importantes del mundo. No hay nadie de nosotros más importante que el deporte por sí mismo", opinó Nadal, incómodo por un conflicto ajeno.

"Si termina jugando, bien. Y si no termina jugando, es lo que hay. Le deseo lo mejor", resumió el español que, al igual que Djokovic, busca en Melbourne su título número 21 de Grand Slam para desempatar el récord que comparte con el suizo Roger Federer, ausente este año.

En tanto, quien salió en apoyo de Djokovic fue el alemán Alexander Zverev (4º). “No es justo venir aquí y no poder jugar el torneo. El tenía un visado en regla. ¿No es así? Dudo que viajara por probar suerte sin garantías de que iba a jugar el torneo. El es una estrella, si no hubiera sido él no se hubiera creado todo este drama”, comentó quien también tiene un historial de escándalos pandémicos. El germano debutará en Australia contra su compatriota Daniel Altmaier (91º).

El que también se puso del lado del serbio fue el local Nick Kyrgios (114º) que, fiel a su estilo, calificó toda esta novela como un "espectáculo de mierda".

"Me despierto y hay algo nuevo todos los días en los medios. Ya no se trata de la vacuna, sólo se trata de que él no esté aquí. Siento pena por él. Prepararse para este torneo ya es presión suficiente. Esta yendo por su 21º Grand Slam y tiene que lidiar con la prensa, ya ganó un caso judicial y ahora tiene que afrontar otro. Es un absoluto espectáculo de mierda. Como lidiamos con esto es vergonzoso", disparó quien se encuentra en aislamiento, por ser positivo de covid-19.

"Lo estamos tratando como si fuera un arma de destrucción masiva. El está acá para jugar al tenis, nada más", agregó el australiano, que debutará ante el británico Liam Broady (127º).