El cardenal italiano Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos en el Vaticano, y su adjunto, el venezolano Edgar Peña Parra, dieron positivo de coronavirus, una noticia que activo las alarmas dentro del Vaticano por la estrecha colaboración que mantienen con el Papa Francisco.

Parolin (67),  en su cargo desde 2013, "resultó positivo de covid, tiene síntomas leves, y actualmente se encuentra aislado" en su departamento, confirmó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.

El arzobispo Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado desde 2018, también dio positivo aunque de manera asintomática, agregó la oficina de prensa.

Los sacerdotes, quienes se encuentran vacunados con las tres dosis contra el coronavirus, son estrechos colaboradores del papa Francisco en lo referente a asuntos internacionales y actúan como voceros del Vaticano durante las giras.

En las últimas semanas, Parolín había sido responsable de presentar las posiciones del Sumo Pontífice en la COP 26 de Glasgow, cuando afirmó que el manejo del ambiente "es tan importante como el de la pandemia". También es frecuente que el italiano mantenga reuniones con las personas que se acercan a visitar al Papa.

No fue informado, sin embargo, si Parolin o Peña Parra habían mantenido contacto reciente con el papa Francisco, de 85 años, quien recibió la tercera dosis de la vacuna a finales de octubre pasado, cuando el Vaticano inició el suministro a los mayores de 60 años y a las personas con comorbilidades.

El pontífice argentino es un gran defensor de la vacunación. Sin embargo, suele aparecer sin mascarilla durante las ceremonias públicas y en ocasiones se acerca a los fieles, los acaricia y hasta estrecha las manos. 

Protocolo en el Vaticano

Debido al alza de casos de coronavirus a nivel mundial a partir de la aparición de la variante Ómicron, el Vaticano puso en marcha el mes pasado nuevas medidas preventivas

Una de las más estrictas establece que el personal que no disponga de un pase verde válido que demuestre que ha sido vacunado o que se ha recuperado del virus no podrá entrar en el lugar de trabajo.

Las normas también se aplican a los empleados externos, al personal de empresas externas, a los visitantes y a los usuarios. Además, el uso de la máscara FFP2 o KN95 es obligatorio en todos los lugares cerrados.

Estas nuevas normas, subraya un decreto general firmado por el propio Parolin en diciembre, "se han decidido en vista de la continuación y el empeoramiento de la actual situación de emergencia sanitaria y de la necesidad de adoptar medidas adecuadas para contrarrestarla y garantizar el desarrollo seguro de las actividades".