Tres encargados de locales de tatuajes ubicados en la galería Bond Street del barrio porteño de Recoleta fueron condenados a pagar un total de 15 mil pesos de multa por arrojar sustancias insalubres a la vía pública y violar la clausura en uno de los establecimientos.
La jueza Susana Parada condenó a dos encargados del local de tatuajes denominado Mother Fucker y al encargado del local denominado Aleman Tattoo de la Galería Bond Street, en avenida Santa Fe 1670, a pagar una multa de cinco mil pesos cada uno, por arrojar sustancias insalubres en lugares de acceso público, y en el caso del comercio Mother Fucker, por violar la posterior clausura del establecimiento.
Los ilícitos se remiten al pasado mes de marzo, cuando durante una inspección del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina de los locales comerciales del interior de la Galería Bond Street, se hallaron “diferentes insumos relacionados con la actividad de tatuajes, como ser gasas, apósitos, jeringas, guantes de látex, máquinas de afeitar descartables, servilletas entintadas con restos hemáticos, todos previamente usados”.
La jueza Parada además condenó a otro responsable del local N°26 a pagar una multa de cinco mil pesos por violar la clausura impuesta administrativamente el 14 de marzo, más el comiso de 910 pesos. En el juicio abreviado, los tres responsables del local aceptaron la existencia de los hechos y su participación en ellos.