En su segunda presentación en el Hexagonal de verano, Boca Juniors batió 3-2 a Universidad de Chile en el Estadio UNO de La Plata. 

En la primera etapa, Cristian Palacios abrió la cuenta para el equipo de Santiago Escobar, igualó el ingresado Cristian Medina, pero Ronnie Fernández volvía a desnivelar para los chilenos; ya en el complemento, Exequiel Zeballos y Luis Vázquez dieron vuelta el trámite para los de Sebastián Battaglia. 

Entre San Lorenzo, Independiente y Talleres saldrá el rival del Xeneize para la final del próximo martes 25. En la previa de una velada de concurrencia multitudinaria, hubo un sentido homenaje a Eduardo "Bocha" Flores, ídolo de Estudiantes, fallecido el último jueves.

Boca Juniors arrancó el duelo volcando juego mayormente por izquierda, donde se asociaban los pibes Sández, Molinas y Zeballos, que se conocen de memoria de las inferiores. Así, la primera llegada xeneize fue con Vázquez, quien cedió para la entrada franca de Molinas, pero éste le pegó como venía y la mandó muy arriba.

El que estaba muy enchufado era Zeballos, que la pisaba y la pisaba hasta que  Seymour le cometió una falta cerca del área, que el propio Changuito ejecutó para provocar una gran atajada del arquero Galíndez. 

Pero el trámite era definitivamente poco atractivo y los ataques del conjunto de Battaglia se sustentaban en los remates de media distancia de Almendra, una especialidad del volante juvenil que sobre la media hora salió lesionado -muy dolorido- y en su lugar ingresó Medina.

Enseguida sobrevino un tiro libre para la U que ejecutó Aránguiz, la última línea xeneize marcó muy mal y "Chorri" Palacios, tras anticiparse a Rolón, anotó la apertura del marcador. 

Boca acusó el golpe y pareció que recrudecía la inconexión en todas sus líneas. Hasta que Zeballos envió un corner al primer palo y Medina -que había entrado hacía escasos minutos- de cabeza clavó el empate.

Poco le duró el alivio al Xeneize, porque antes de ir a los vestuarios, Ronnie Fernández de cabeza volvió a desnivelar tras ganarle la posición a Sández, quien minutos antes se había perdido solo frente al arco el segundo boquense. Pero la U era muy eficaz: dos llegadas, dos goles.

Sin embargo, la temprana expulsión de Moya por doble amarilla en el inicio del complemento propició el empate de Zeballos -la figura del encuentro-, que tras recibir de Rolón hizo una "bicicleta" ante un adversario y sacudió la red. Con un jugador más, todo quedaba a pedir de Boca. 

Así las cosas, Galíndez le ahogó dos veces el grito a Vázquez, pero en la tercera no pudo contra el centrodelantero juvenil, que le dio a Boca la segunda alegría del año ante los aplausos desde los palcos de Darío Benedetto, que está de regreso en el club la Ribera y de seguro será fundamental en la triple competencia que debe afrontar el equipo Battaglia en la temporada.